Por Lujan Gambina. IG: @lupegambina
El libro de Julio Virgolini nació de una fotografía que tomó en un viaje por La Bretagne. La imagen de esa ventana en lo alto de una casa de carácter severo y misterioso le llamó la atención. Tanto, que se aventuró a escribir su primera novela, publicada por Enero Editorial.
Por fuera de la tapa, es extraño encontrar libros que den la bienvenida desde una foto. Quizás porque quien busca un soporte literario físico esté buscando liberarse de la multiplicidad de imágenes que agobian desde todos los otros soportes a los que estamos conectados el resto del día. Quien encuentra en la lectura de un libro un recreo muchas veces repele el bombardeo continuo de imágenes. Así y todo, esa foto en blanco y negro de la ventana en lo alto, además de ser la inspiración para el relato de Julio Virgolini, es un presagio de lo que va a suceder en esta novela escrita en tres partes. No desentona ni desalienta, sino que anticipa la sombra que acompañará a quien la lea durante todo el recorrido.
Hay un misterio que resolver: se trata, inicialmente, de la desaparición de un escritor, quien emprende un viaje para visitar la casa donde está la ventana que inspira su obra. Una sucesión de hechos enigmáticos es la que desencadena el inicio de este relato. El halo detrás del primer tramo de la novela de Julio Virgolini, editada por Enero Editorial, coquetea con lo policíaco y el manejo de la tensión en la pluma del autor es magistral.
En la búsqueda por esclarecer esta historia de tintes fantásticos, se introducen diferentes elementos en el relato que lo despegan de una simple historia fantasmagórica para volverlo un cúmulo de preguntas por la experiencia del espíritu.
Lo que nos convoca, vuelve. Y las preguntas que queremos evadir, como espectros y visiones a las que estamos condenados, se presentan de diversas formas, en los momentos menos esperados. Y en los más esperados, también.
Espero lo que va a suceder. Vendrá un pájaro, no se cuál, pero llegará. Iba a venir usted, y llegó. Y llegarán otras cosas que todavía no las veo. Están en el futuro y cuando las vea me sorprenderá que se hayan vuelto presente, y después desaparecerán.
Julio Virgolini
Es abogado y doctor por la Universidad de Buenos Aires. Ha sido Juez en lo Penal, profesor titular de la UBA y profesor invitado en universidades europeas. En el campo académico es autor de varios libros de criminología y derecho penal y de numerosos artículos en el país y en el extranjero.
Desde hace doce años ha desplegado una intensa labor en el campo de la fotografía paisajística y callejera, cuyos temas exhibió en veintisiete muestras individuales y colectivas en Argentina, Perú y España y por los cuales ha recibido premios. Es el autor de Tierras Altas, el Tibet, morada de la luz; imágenes de un mundo interior, reportaje fotográfico realizado en el Tibet en 2014 (Buenos Aires 2018).
Su vocación literaria se ha expresado en el poemario, Intemperie, poemas de amor (Vinciguerra, Buenos Aires 2005). En 2022 publicó Resonancias, libro que expone la síntesis de su trabajo fotográfico y su labor literaria, manifestada en los relatos, notas y ficciones inspiradas en las fotografías que ese libro reproduce.
Del mismo modo que en Resonancias, su novela La ventana en lo alto tiene origen en una fotografía tomada en la bretaña francesa en 2014: la fachada sombría de una casa antigua. A partir de las sugerencias de la imagen, el autor desenvuelve una historia con ribetes fantásticos, que gira alrededor de misteriosos sucesos ocurridos en torno a la ventana del tejado, se inicia con la estructura de un policial y culmina en la conmovedora saga de una familia bretona.