Por qué comprar en arteBA

Blog, Crítica

 

ArteBA es la oportunidad ideal para comprar arte. Los directores de cinco galerías locales, entre las más de 80 de 30 ciudades del mundo que representan a los más de 400 artistas que participarán, del 11 al 14 de abril en La Rural, de la edición número 28 del evento anual más importante del mercado de arte argentino cuentan por qué y dan algunas herramientas para empezar.

Hay una cuestión de coyuntura: “La relación entre la calidad del arte argentino hoy y los valores de mercado del mundo y la región hacen que nuestros valores, todavía muy competitivos, solo puedan seguir subiendo”, dice Nahuel Ortiz Vidal, galerista de Barro. Y hay una cuestión de oportunidad: arteBA es el mejor momento para comprar, porque las galerías llevan lo mejor que tienen, y porque todo lo expuesto en la feria ha sido seleccionado por diversos comités de expertos que garantizan su calidad.

“En la feria podés encontrar obras en un rango de precios muy amplio. A algunas personas, al acercarse al arte por primera vez, les sorprenden los valores, pero es importante entender qué es lo que están adquiriendo y con qué compararlo”, señala Silvina Pirraglia, directora de Hache, donde se verán obras de Santiago García Sáenz, Dani Umpi, Diego Figueroa y Florencia Böhtlingk. “Detrás de cada obra hay una historia y un relato que está por ser descubierto”, explica y lanza una invitación: “Anímense a preguntar, déjense llevar por la intuición y emprendan un compromiso activo con la cultura”.

Los valores varían según las secciones. En la sección más emergente, Utopia Bombay Sapphire, hay obra, como en todo arteBA, de artistas seleccionados por reconocidos curadores, que va desde dibujos a $1000 hasta un máximo de 2500 dólares. Son 17 galerías con 60 artistas. En el otro extremo, algunas piezas en el área de modernos de la Sección Principal superan el millón de dólares. En los Cabinet-GNV Group, dentro de los stands de algunas galerías de la Sección Principal, hay mini exposiciones de artistas contemporáneos como Ad Minoliti, invitada a participar en la muestra principal de la Bienal de Venecia, Fernanda Laguna y Luciana Lamothe, o históricos como Jorge de la Vega y Nicolás García Uriburu.

“En el sector de contemporáneos hay obra de artistas que están vivos en su mayoría, trabajando hoy y que ya tienen trayectoria, con lo cual tienen el potencial de ser una reserva de valor -analiza Nora Fisch-. Las galerías solemos llevar lo mejor que tenemos. Es un buen momento para ver todo junto en un lugar: un panorama de lo mejor del arte argentino”.

En la sección intermedia, Stage Irsa, se ve, salvo algunas excepciones de artistas con trayectorias más largas, obras de artistas emergentes representados por galerías jóvenes, que hace pocos años estaban en el barrio joven de arteBA, cuyas carreras y desarrollo han crecido a la par. Muchas de ellas con muy interesantes y recientes participaciones en ferias internacionales.

El acto de comprar arte, en sí mismo, es un momento especial: “No es como comprar una cartera porque requiere de una dosis mínima de riesgo y reflexión. Involucra un tiempo de mirar y asimilar las sensaciones que ocurran al ver una obra”, dice Ortiz Vidal, que en la sección principal muestra artistas establecidos como el dúo Mondongo y Alejandra Seeber y ascendentes, como Gabriel Chaile, recientemente invitado a realizar un solo project en la próxima edición de Art Basel en Basilea.

“Comprar arte es siempre una gratificación. Uno disfruta la obra que eligió instalada en su casa, durante el tiempo que decida conservarla. Luego, si la obra fue comprada con buen asesoramiento, el día en que te canses o que quieras cambiar lo que tenés colgado lo más probable es que recuperes el dinero y a veces ganes un poco encima. Quiero aclarar que esto sucede con el paso de los años; se ha generalizado el enorme error de pensar que compro algo ahora y dentro de dos años le saco una diferencia: eso es falso”, advierte Marina Pellegrini, directora de Vasari, que lleva artistas como Juan José Cambre, Karina Peisajovich y Marcia Schvartz. “Recomiendo que compren obra, porque uno la disfruta en su casa, le transmite a sus hijos el amor por el arte y es mucho más placentero que tener papeles en el banco”, señala.

“Comprar arte tiene que ver bastante con la intuición y con las sensaciones. Un poco, con la especulación, pero sólo cuando hablamos de obras de arte de valores mayores. Tiene más que ver con compartir las ideas del artista, el proyecto de la galería, y con confiar en esas dos cosas”, sostiene Leopol Mones Cazón, desde la galería Isla Flotante, presente en diversas secciones: en Stage Irsa, entre otros artistas, con la ascendente Mariela Scafati y en Solo Show Zurich, con Rosario Zorraquín. “Trabajamos con artistas jóvenes que rondan entre los 1000 hasta los 30000 pesos”, indica.

“La invitación es a sumergirse en el mundo del arte contemporáneo -analiza la galerista Nora Fisch-. arteBA es una reseña compacta del arte argentino de este momento, condensa situaciones que suceden todo el año en muchos espacios distintos, privados y públicos. Visitar galerías y museos es la forma de continuar con esto todo el año: el arte contemporáneo puede ser un lenguaje muy hermético en el primer encuentro, lo mismo que si uno abre el capot de un auto nuevo… si uno vence ese temor inicial, ese resquemor, y sostiene ese primer desconcierto, y pregunta y se empieza a meter, sigue un camino muy divertido y enriquecedor que ejercita la sensibilidad y el pensamiento. Cada vez querés conocer más, y no hay fondo: siempre hay nuevos artistas. La invitación a arteBA es una invitación a vencer temores y prejuicios, y abrir la percepción. Todas las galerías dan material informativo y responden preguntas”.

¿Por qué comprar arte? “Enriquece la vida. No es lo mismo vivir con arte que sin arte. No es igual una casa que tiene las paredes vacías o con reproducciones de mala calidad que entrar a una casa y ver obras de arte originales que representan el corazón y la mente de un artista”, dice Fisch. También dan cuenta del espíritu del comprador, que lo eligió para sí.

Algunas recomendaciones para tomar la decisión: “Asesorarse bien, mirar el curriculum del artista, comprar en galerías con trayectoria y no tener miedo de preguntar los precios. Hay que tomarse un tiempo para recorrer la feria sin apuro, mirar las obras, entenderlas, apreciarlas, y si algo te llama la atención, preguntar en el stand por el artista y la obra, y por qué las técnicas, los temas. todas son preguntas válidas. El mejor motivo para comprar arte es que verlo te haga feliz. Que te inspire, motive, haga pensar o conmueva”, dice Fisch. Ortiz Vidal suma consejos: “Es una gran inversión y siempre nos da placer tener obras en casa, en la oficina o regalarlas. Creo que tenemos que apoyar el arte argentino. Pensar en el valor simbólico más que en el económico. No compren con los oídos, compren con los ojos lo que realmente les gusta”. El dinero, hoy más que nunca, va y viene.

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