Embajada Boliviana y Los Tabaleros prendieron fuego El Emergente, noche de folklor&punk
¿Qué es el punk? Hay quienes habiendo crecido en los ´90 lo encontraron en Soñando Locuras. Hay quienes sin haber crecido aún lo encontraron en la afirmación que dicta que “el amor no existe”. En la ciudad de Buenos Aires la noche está en pañales y en El Emergente pueden darse algunas respuestas.
Arranca así: momento acústico-balada en un antro descuidado, pero de espíritu punk, al que luego llega el punk, con la cara lavada. Valió todo eso y un reencuentro enciclopédico que aclaró algunos karmas.
Tercera apertura de telón y estalla una bomba: “Nosotros somos Los Tabaleros, un grupo de estudiantes de agronomía (etcétera)”, Beto Martínez tiene una imaginería infinita que canaliza al micrófono como el flautista de Hamelin, conduciendo a la manada a su propia implosión. Pogo. Mucho. Mucho pogo, mucho calor, mucho cántico y frenesí. Siempre es así, que no pare nunca.
Desde una solicitada oscuridad, con la fuerza de un huracán que arrasa desde la pulcritud sonora de cada músico, Los Tabaleros mueven los hilos de la noche y la arman a su antojo. Nos tienen a su mereced, nos pasean por un play list que hace honor a lo mejor de Lolita, ¡Tuy!, Chuy y en todo momento el mundo se está por acabar, el público tiene sed de apocalipsis. Nadie parece preocuparse por el día de mañana. No se vayan a dormir. Si eso no es filosofía punk, le roza bien cerca.
Desconozco la respuesta, no puedo definir el punk. Pero permítaseme afirmar que de esta doble presentación me cabe decir que las mezclas matan pero a mí me dan más ganas.
Crónica: Lujan Gambina