Nace una utopía en arteBA

Blog, Crítica

La sección dedicada al arte joven en la gran feria que comienza hoy, en La Rural, reflejará las nuevas tendencias al producir, exhibir y comercializar arte contemporáneo: en red y con mayor libertad

“¿Te parece?”, le preguntó, mientras evaluaba con ciertas dudas la arriesgada propuesta. Yanina Szalkowicz, artista, diseñadora y dueña de Bonito Hotel, aceptó finalmente que Juan Tessi interviniera una de las habitaciones del piso reciclado de Monserrat, tal como lo hacen en forma periódica los colegas convocados por ella. El pintor puso manos a la obra: en uno de los cielorrasos de este edificio de 1914, justo sobre la cama, creó la figura completa de un hombre desnudo, de espaldas, que miraba hacia abajo por encima de su hombro. Fue lo que vio al acostarse la pareja de turistas que se alojó allí y que, según reveló durante el desayuno al día siguiente, había viajado desde una provincia para participar de una marcha contra el matrimonio igualitario.

Algo de esa irreverencia aplicada a expandir los límites del arte, incluidas sus formas de producción, exhibición y comercialización, se trasladará esta semana al corazón del mercado. Entre las novedades que presentará en su 28va. edición (ver recuadro), arteBAno solo se moverá en el calendario -adelantó su cita anual en La Rural, que será del 11 al 14 de abril-, sino que estrenará Utopia Bombay Sapphire, la nueva sección joven de la feria auspiciada por la marca de ginebra.

Junto con Isla de Ediciones, este espacio que toma la posta del Barrio Joven Chandon ocupará el histórico pabellón de las caballerizas que suele alojar cada año, en septiembre, la feria de fotografía BAphoto. Y lo hará con un espíritu descontracturado, similar al que tuvieron las dos ediciones de arteBA Focus en La Boca.

Ángeles Ascúa. Hacer visible lo que está en el olvido es parte de la intención de esta artista de 33 años, que les rinde tributo a dos hermanos artistas

 

 

Ángeles Ascúa. Hacer visible lo que está en el olvido es parte de la intención de esta artista de 33 años, que les rinde tributo a dos hermanos artistas Fuente: LA NACION – Crédito: Martín Lucesole

“No es el Barrio Joven con distinto nombre: se trata de volver a radicalizar, incluso desde lo arquitectónico, una sección que ya tenía un orden muy establecido”, dicen casi a coro en un bar porteño Carlos Herrera y Alejandra Aguado, curadores de esta primera edición. Agregan de inmediato que la palabra utopia (en inglés, sin tilde) es el título del espacio, no el concepto curatorial con el que seleccionaron a los artistas, y que la intención de arteBA al elegirla no fue evocar un concepto ideal, tan perfecto que sea imposible alcanzarlo, sino “un espacio libre de la restricción del deber ser”.

Hay mucho de volver a empezar en este juego que propone nuevas reglas. Aunque sin desconocer la identidad de una feria próxima a cumplir tres décadas, consolidada como una de las principales de la región. Para esta tarea, Aguado y Herrera tienen el perfil necesario. Con poco más de 40 años, ambos llevan casi la mitad de sus vidas vinculados con arteBA -ella trabajó en la Fundación que impulsa la feria; él exhibió obras desde el inicio de su carrera y ganó el premio arteBA-Petrobras-, y tienen a su cargo la dirección artística de dos de los espacios de arte experimental más relevantes de Buenos Aires:Móvil y Munar.

Conocen muy bien, por lo tanto, la escena del arte emergente local. Con esa confianza dejaron de lado el procedimiento habitual de evaluar proyectos propuestos por las galerías y optaron por seleccionar a los artistas de cada staff que, según ellos, representarían mejor el espíritu de cada espacio. Llegaron así a reunir a más de cincuenta artistas de diecisiete galerías de distintos países y provincias (ver recuadro).

“La idea es que la sección sea un disparador de artistas y que ellos estén presentes, más que ser un espacio donde se vendan obras de pequeño formato a bajo costo”, dice Aguado en alusión a la regla de que el precio de las obras no puede superar allí los 2500 dólares. También se resolvió reemplazar el formato expositivo de los clásicos stands de tres paredes por una sola pared de diez metros de largo por tres de alto para cada galería, de manera de habilitar “los desbordes” y permitir que convivan de forma “más integrada”. Reflejarán así lo que ocurre durante todo el año, puertas afuera de arteBA: la disolución de límites entre disciplinas, el trabajo en red -que desplaza a Buenos Aires del centro de la escena- y las formas alternativas de exhibir y comercializar arte. Veamos algunos ejemplos.

Alejandra Mizrahi. Artista e investigadora tucumana, exhibirá piezas textiles que son el resultado del trabajo colaborativo con comunidades de su provincia

 

 

Alejandra Mizrahi. Artista e investigadora tucumana, exhibirá piezas textiles que son el resultado del trabajo colaborativo con comunidades de su provincia Fuente: LA NACION – Crédito: Martín Lucesole

Una salida del clóset artística

La galería Acéfala encarna muy bien esta tendencia. Ubicada en el corazón de Palermo, antes de cada muestra funciona como taller de los artistas convocados para que trabajenin situ en proyectos específicos. Con la curaduría y la complicidad de Santiago Bengolea, Ignacio Unrrein tapió la entrada a fines de febrero de 2018, de manera que los invitados a la inauguración quedaron sorprendidos en la vereda. La única manera de acceder a la muestra, descubrieron después, era en pequeños grupos guiados con linternas por el artista, a través del sótano del edificio. No todos pudieron entrar.

“Hasta ahora nos sustentamos con proyectos de mecenazgo, pero necesitamos buscar otras vías de subsistencia”, dicen sus directoras, las jóvenes hermanas Bárbara y Sol Echevarría. Formadas en teatro y letras, se unieron hace cuatro años para impulsar “un espacio que funcionara como plataforma de acción”.

Su oficina de Niceto Vega 4754 está decorada con obras audaces de artistas que exhibieron en Acéfala. Entre ellas, una fotografía de Cruz Mendizabal que evoca la famosa pintura realista El origen del mundo, realizada en el siglo XIX por Gustave Courbet, al mostrar en primer plano la entrepierna desnuda de una mujer.

Con esa misión de profundizar su perfil comercial viajaron el año pasado a Córdoba, donde participaron de la feria Mercado de Arte. Dedicaron por completo el stand a la obra de Gonzalo Beccar Varela, antes de inaugurar la muestra individual en Buenos Aires a fin de año; ahora participará de la propuesta para Utopia en arteBA, junto a Gaspar Acebo. Las pinturas que presentará continúan la serie exhibida entonces, en lo que definen como su salida del clóset artística. “Todos lo conocíamos por su trabajo como coordinador en la galería de María Casado, pero nadie sabía que era artista”, explican las hermanas Echevarría.

Inspiradas en formas geométricas que juegan con la luz y la oscuridad, las obras de Beccar Varela forman parte de una búsqueda de darle relieve a la pintura, hasta otorgarle tres dimensiones y convertirla en experiencia multisensorial. “Tenés demasiado respeto por tus maestros, ahora te toca a vos. Quedate en tu taller y fijate qué sale”, fue el sabio consejo que le dio hace tres años Raúl Flores, excurador del Barrio Joven y codirector del proyecto federal Yungas, que acaba de inaugurar una muestra en el Malba.

Alberto Romero. Su performance consistirá en la activación de un atrapasueños, como el que hacía de chico, con su familia, en la feria de artesanos de Esquel

 

 

Alberto Romero. Su performance consistirá en la activación de un atrapasueños, como el que hacía de chico, con su familia, en la feria de artesanos de Esquel Fuente: LA NACION – Crédito: Martín Lucesole

“Empecé a mirar mis cosas desde otro lugar. Ahí apareció obra nueva, como la instalación que exhibí en 2017 en la Casa de la Cultura de Tigre”, dice este artista formado también en talleres como los de Guillermo Roux, Daniel Joglar, Matías Duville y Karina Peisajovich, entre otros.

En un camino similar hacia la madurez se encuentra Acéfala, que llegó este año al límite de tres participaciones en el sector de galerías emergentes y el año próximo deberá pasar a la sección Stage de arteBA. Se trata de un paso intermedio en la Sección Principal, donde se ubican las galerías más consagradas.

Este joven proyecto ya participó en dos oportunidades del Barrio Joven, con contundentes obras site specific que ocuparon todo el stand. El primero, en 2017, era un muro de ladrillos levantado por Juan Sorrentino, que iba cayéndose de a poco por efecto de los sonidos emitidos por dos parlantes. El segundo, al año siguiente, fue una instalación musical creada por Romina Casile con muebles antiguos transformados en piezas sonoras, activadas por performers durante la feria.

Otras formas de comportamiento

Las empresas en crisis son el tema del día en la radio, y lo único que se escucha en el auto que se dirige hacia Montserrat. Dentro del antiguo local que alguna vez alojó un café en la esquina de Constitución y Pasco, sin embargo, todo es optimismo. Las piezas de cerámica de la joven Catalina Oz sorprenden por su originalidad en un oscuro sótano sin ventanas, como si fueran un tesoro escondido.

Gonzalo Beccar Varela Inspiradas en formas geométricas, sus obras buscan darle relieve a la pintura, hasta otorgarle tres dimensiones y convertirla en experiencia multisensorial

 

 

Gonzalo Beccar Varela Inspiradas en formas geométricas, sus obras buscan darle relieve a la pintura, hasta otorgarle tres dimensiones y convertirla en experiencia multisensorial Fuente: LA NACION – Crédito: Martín Lucesole

“Primero alquilamos el lugar como taller, y en 2017 decidimos convertirlo en Galería Constitución. La idea era generar redes con instituciones y otras galerías”, recuerdan los artistas Alberto Romero y Martín Fernández -de 31 y 29 años, formados en la Universidad Torcuato Di Tella y en pareja desde hace casi una década-, que de inmediato lograron montar una muestra colectiva en México con el apoyo de Ana Gallardo y la embajada argentina. Luego hicieron otras cinco exposiciones, en 2018, y ahora se mudan a La Boca.

En Utopia, presentarán obras de tres artistas y una performance ideada por el propio Romero. Dramaturgo, director de teatro y asistente de Alejandro Tantanian, participó en Under de sí, de Diego Bianchi y Luis Garay, en la Bienal de Performance de 2015. La que realizará en arteBA consiste en la activación de un atrapasueños gigante similar a los que solía hacer de chico mientras se criaba en Esquel, para vender luego junto a su familia en la feria de artesanos.

“Trabajo con la tensión entre arte y artesanía, y hago piezas tejidas en colaboración con mi madre, que es maestra rural. Me interesa la imaginería patagónica”, dice Romero. Y explica que las alusiones a “lo rasta, lo rollinga, lo hippie y lo medieval” en sus performances, como las que involucraron personificaciones de elfas y duendes el año pasado en Munar y en el festival Perfuch, se relacionan con las colonias instaladas en el sur del país. La performance le atrae especialmente, agrega, porque le permite generar acciones meditativas y gestos de contemplación; rituales que “corren el límite hacia otras de formas de comportamiento, de vida”.

Espacios de encuentro

En esa misma frontera trabaja Alejandra Mizrahi, artista e investigadora tucumana que completó en Barcelona su formación en filosofía, estética, diseño y teoría del arte. Algunas de las piezas textiles que exhibirá en Utopia, realizadas con fibras naturales, son el resultado del trabajo colaborativo con comunidades de su provincia que conocen técnicas en peligro de extinción.

“De tamaño pequeño, sin funcionalidad, no llegan a ser una manta ni una bufanda. Son puro potencial, tienen la posibilidad de ser un montón de cosas”, señala sobre esos tejidos que presentará colgados de estructuras de madera, en un montaje similar al de las ferias artesanales. “La gente suele referirse a la artesanía en tono peyorativo -observa-. Pero esas diferencias son más de jerarquía de clase, de los circuitos donde se encuentran, que del objeto en sí. Me gusta dejar abierta esa pregunta sobre los límites entre arte, artesanía y diseño, a los que dediqué mi tesis de doctorado”.

Ana Vogelfang. Realiza pinturas en gran formato y pequeños murales. También interviene zapatos heredados de su abuela

 

 

Ana Vogelfang. Realiza pinturas en gran formato y pequeños murales. También interviene zapatos heredados de su abuela Fuente: LA NACION – Crédito: Martín Lucesole

Tras una larga estada en España, Mizrahi observa que “a nivel mundial hay una movida de agotamiento de una forma de vida que nos ha hecho volver a mirar el trabajo en comunidad”. Ese mismo espíritu de intercambio horizontal de experiencias es el que inspira Intemperie, proyecto federal que la representará en arteBA. Impulsado por dos artistas -Gonzalo Maggi y Constanza Chiappini, de 34 y 30 años, que también exhibirán sus obras en Utopia-, refleja desde 2018 “una escena nacional que no necesariamente pasa por Buenos Aires”.

La base de operaciones, sin embargo, está en una casa-taller del barrio porteño Villa General Mitre. “Queríamos armar una plataforma que no fuera una galería con un local a la calle, donde todo se reduce a sostener la parte comercial, sino que permitiera exponer en espacios públicos y privados”, explica Maggi, que este año mostrará sus fotografías al aire libre en Villa Lugano y en los patios de una cárcel de Montevideo. En esta intención, agrega, se inspira el nombre Intemperie: evoca una estructura mutable, como una carpa, que se adapta al entorno y está expuesta a condiciones incontrolables.

“Participar en ferias no formaba parte del plan inicial, aunque sirve para expandirlo. La intención era armar una red de trabajo para visibilizar a los artistas jóvenes de distintas provincias, que trabajan mucho en proyectos: se invitan mutuamente y van generando espacios de encuentro. En las últimas dos décadas, se generó un entendimiento de que el trabajo colectivo suma y enriquece la producción de todos”, agrega Chiappini con marcado acento cordobés.

Llegada a la Ciudad de Buenos Aires en 2018, ella tuvo su primer espacio de coworking en la galería Gachi Prieto. “No se fía”, se lee sobre una de las banderas de gran formato que instalará ahora en el corazón del mercado de arte argentino. “Uso el lenguaje del comercio de barrio -dice la joven cordobesa-. Así como no se fía la mercancía, tampoco las emociones ni el trabajo de los artistas”.

Majo Arrigoni. Con el fin de visibilizar el trabajo de artistas alejados del mercado, retrata a sus jóvenes colegas en gran formato y colores vivos

 

 

Majo Arrigoni. Con el fin de visibilizar el trabajo de artistas alejados del mercado, retrata a sus jóvenes colegas en gran formato y colores vivos Fuente: LA NACION – Crédito: Martín Lucesole

Más allá de Buenos Aires

Uno de los principales puntos de encuentro de los nueve artistas que integran Intemperie es Mercado de Arte, la feria cordobesa que logró instalarse como polo artístico lejos de Buenos Aires. Entre los integrantes del comité asesor se cuenta Georgina Valdez, directora de The White Lodge, galería que ocupa 200m2 en un antiguo edificio en el corazón de la ciudad de Córdoba.

Fundada en 2013, ganó al año siguiente el premio En Obra a la mejor galería del Barrio Joven. Desde entonces realizó más de veinte exposiciones y participó en más de 15 ferias nacionales e internacionales, y acaba de lanzar un proyecto de residencia que ofrece a los artistas un espacio de producción, una muestra y una publicación de sus obras. “Buscamos generar vínculos invitando a artistas de otros lugares”, dijo a LA NACIONrevista Valdez, gestora y curadora, que incluyó en su staff a varios extranjeros y trabaja con el gobierno local en un plan exportador “para desarrollar la marca Córdoba en mercados del exterior”.

“Mi norte nunca fue posicionarme a través de Buenos Aires, sino en el contexto latinoamericano. Tengo una relación muy fuerte con México, por ejemplo. Es un proceso lento, pero a la larga hace que sea más sustentable”, agrega, convencida de que “estar fuera de los circuitos establecidos es una fortaleza, no una debilidad”.

En las pinturas de María José Arrigoni, artista a la que dedicó su primera muestra individual el año pasado y que ahora representará en arteBA, encontró un espíritu afín al de la galería: la voluntad de visibilizar el trabajo de los artistas alejados del mercado. “No hay registro de mujeres artistas en Córdoba”, explica Arrigoni, decidida a revertir esa situación, mientras retrata a sus jóvenes colegas en gran formato y colores vivos.

Volver al origen

Hacer visible lo que quedó en el olvido es también la intención de Ángeles Ascúa, representada en Utopia por la galería Granada. “En mis últimas obras retomo la historia de Miguel y Betty Flores”, dice en su pequeño taller de Chacarita esta artista nacida hace 33 años en Rafaela, formada con Jorge Macchi en la Universidad Torcuato Di Tella, que ya participó con un proyecto inspirado en su ciudad en la Bienal de Arte Joven de 2017.

Ahora busca rendir homenaje a estos dos talentosos hermanos artistas, cuyo padre alojó al bisabuelo de Ascúa cuando llegó desde España. “Miguel llegó a ser el gran pintor de Rafaela. Tuvo más fama que su hermana”, recuerda, mientras muestra dibujos y pinturas de ambos que empleará en una insólita colaboración con artistas muertos: exhibirá en arteBA esos trabajos realizados en el siglo pasado, junto con dibujos y tapices -bordados por ella y su hermana- inspirados en esa producción rescatada.

“El concepto de origen está detrás de la obra de todos nuestros artistas”, señala Debbie Reda, directora artística de Granada, en referencia a un staff que abarca una docena de jóvenes locales y cuatro extranjeros. Obras de todos ellos cerraron el año y continuaron exhibidas durante el verano en la sala de 32 metros cuadrados sobre la calle Godoy Cruz, en Palermo. “En la galería ocurren también otras cosas: cursos, charlas, talleres. Es un mundo de pertenencia”, aclara acerca del espacio que fundó en 2016 junto con Memu Martínez.

La inauguración fue en marzo, durante la temporada de granadas. Una fruta que remite a los orígenes de la humanidad, que evocaba el amor y la fecundidad entre los antiguos romanos y que revela al partirse un jugoso interior formado por pequeñas semillas envueltas en pulpa colorada. “Simboliza este lugar de pertenencia, de descubrimiento”, señala Reda.

En constante transformación

También Bonito Hotel funciona como un lugar de pertenencia y experimentación para los artistas convocados por Szalkowicz, que intervienen cada tres meses sus habitaciones, sin límite: desde las paredes hasta los muebles y el techo. Las inauguraciones se convierten en multitudinarias fiestas arty: incluyen desfiles, presentaciones de libros y revistas y shows de música en vivo de artistas versátiles como Isol, Dani Umpi y Francisco Garamona.

“En 2007 me separé, necesitaba comprar un departamento y encontré este piso que estaba casi en ruinas. Quería hacer un lugar al que me gustaría ir. Había viajado mucho y me inspiré en un hotel de Dinamarca intervenido por artistas”, dice la creadora de coloridas obras en acrílico que ahora decoran los espacios comunes del cálido lugar restaurado a nuevo. Tras haber creado su propia galería para comercializar obra de los artistas invitados, su próximo proyecto es impulsar una residencia para ellos en la sede brasileña de Bonito, en Isla Grande.

Mientras tanto, participará por segunda vez de arteBA con obras de cinco artistas, entre los que se cuenta Ana Vogelfang. Arquitecta formada con Jorge Macchi en el Programa de Artistas de la Universidad Torcuato Di Tella, realiza pinturas en gran formato y pequeños murales como los que exhibió en 2017 en el Centro Cultural Recoleta. También interviene zapatos heredados de su abuela.

“Según la tradición judía, no se pueden usar zapatos de gente muerta. Entonces, los convertí en retratos. El pelo está hecho con retazos de piel que me dio mi abuelo peletero”, dice Vogelfang en este oasis de Monserrat, donde el arte permite soñar que cualquier cosa puede ser transformada.

Una Semana del Arte que concentra esfuerzos

El espíritu de trabajo en red que caracteriza a Utopia Bombay Sapphire no solo se verá esta semana puertas adentro de arteBA, que abrirá al público su 28va. edición entre el jueves 11 y el domingo 14, en La Rural. La feria integrará este año, además, la Semana del Arte, programa impulsado por el gobierno porteño junto con aliados estratégicos como el gigante suizo Art Basel y 22 instituciones locales. Se ubicará también en una posición estratégica en el calendario de los coleccionistas internacionales, justo después del cierre de la feria paulista SP-Arte.

Los visitantes extranjeros se sentirán en Buenos Aires como en casa: arteBA reunirá a 400 artistas representados por más de 80 galerías de más de 25 ciudades del mundo. En la nueva sección Cardinal Site encontrarán galerías internacionales convocadas por “embajadores del arte” como Abaseh Mirvali, Patrizia Sandretto y Mercedes Vilardell.

Ubicada entre ambos pabellones, la pista central de La Rural será una de las sedes del programa de charlas gratuitas impulsado por Art Basel Cities: Buenos Aires, en colaboración con arteBA Fundación. Con el objetivo de “producir debates y alentar el pensamiento crítico”, ofrecerá allí y en el Parque Semana del Arte (en la plaza Intendente Seeber, a pasos de La Rural) un ciclo de diálogos entre más de 40 oradores de distintas partes del mundo.

La Semana del Arte, que se extenderá desde mañana hasta el domingo próximo, incluirá obras de arte público realizadas por Mariana Telleria -la artista rosarina que representará a la Argentina en la Bienal de Venecia-, Margarita Paksa, Marie Orensanz, Carlos Huffmann y Luna Paiva. Y tenderá incluso un puente con el Bafici, el festival internacional de cine independiente, con un ciclo de proyección de películas al aire libre. La señal oficial de largada será pasado mañana a las 18.30, con una propuesta after office: incluirá música en vivo, food trucks, cine y performances.

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