Por Lujan Gambina. IG: @lupegambina
“Algunos meses pasan sin que nada cambie, y después de repente todo es diferente, los días pasan rápido y se confunden. Eso empezó cuando vi a Audra desde la ventana”.
La lectura de Klickitat, novela de Peter Rock editada por Ediciones Godot, podría proyectarse visualmente en la cabeza de quien la lee como un film coming-of-age. Es esa una de las razones por la que esta novela magnetiza. Su protagonista transita el duelo por la infancia que se desvanece.
Las preguntas sin respuesta. Los caminos que se abren, se bifurcan, se hacen al andar. Su padre y su madre puestos en jaque. El plan de una clásica vida al estilo americano que no se ajusta al deseo.
Klickitat es una palabra sin sentido, o con todo el sentido del mundo condensado. Funciona como un conjuro que aleja los males del mundo mientras une a dos hermanas que, como sucede de manera inevitable, tendrán que hacer su propio camino.
La historia es protagonizada por estas dos hermanas que, a su manera, buscan quebrar la lógica impuesta por la sociedad occidental del siglo XXI. Hay allí también, por fuera de ese lazo sanguíneo, un joven que funciona como punto de inflexión y una serie de mensajes misteriosos que los une a los tres, y al mismo tiempo, los separa.
Las cosas que pasan en esta novela suceden en un barrio, incluso las sobrenaturales. Y esa posibilidad de encontrar en el ámbito cotidiano una dimensión fantástica la convierte en una pequeña gema.
Porque allí donde adultos ven al capitalismo como la única salida posible, hay jóvenes que se resisten a asumirlo como la única alternativa. Y esta novela en clave coming-of-age es una historia fantástica acerca de ello.
Peter Rock nació y se crió en Salt Lake City, Estados Unidos. Estudió en Deep Springs, la Universidad de Yale y la Universidad de Stanford. Actualmente vive en Portland, Oregon. Mi abandono, publicado en 2009, tuvo su adaptación al cine en 2018 con Leave no trace, dirigida por Debra Granik. Es el primer título de su obra que se traduce al castellano.
