Kevin Johansen protagoniza, junto a un selecto grupo de músicos, el anti-lunes de Congo: covers, traducción y diversión.
“Silvio Soldout”, anuncian desde la web, como ocurre cada otro domingo en Congo, cuando Kevin Johansen se presenta en su plan anti-lunes.
No mintió cuando ante la sorpresiva pregunta: ¿qué onda la movida del domingo? respondió que se trataba de una propuesta divertida, –al menos yo la paso muy bien-, dijo con sinceridad y picardía. Contagiosa como el bostezo, esa felicidad pasó sin escalas de los músicos en escena a los asistentes al show, y fue in crescendo en la medida en la que el playlist, finamente elegido, acompañó el humor.
Casi como conduciendo un programa radial, Kevin anuncia y traduce literal las canciones que ejecuta junto a su banda estable. Violeta, Caetano y Agustin Lara, sin dudas. Culture Club, los Beatles y los Rolling Stones. La grata sorpresa de Vinicio Capossela, para imprimir un sello italiano for export. Lou Reed, Paulinho Moska, Charly, Stevie Wonder. Roy Orbison, Erasure. Ecléctica pero más que certera, la lista de temas es la sonoridad misma del concepto anti-lunes.
Fogón musico-dominical donde cada instrumento es una llama y todos juntos constituyen el fuego. El público reunido venerando, en un viaje espacio-temporal donde no se sabe bien hacia dónde ni precisar un cuándo específico, pero al menos estamos lejos, lejísimos del lunes rutinario Clark Kent. Cada persona del público en su versión Supermán, coreando clásicos, conteniendo en mayor o menor medida las ganas de bailar.
Kevin y sus secuaces se encargan de levantar el ánimo hasta volverlo primavera antes de llevarlo a descansar. Porque el lunes, quiérase o no, va a llegar.
Nota aparte para El Jardín Iluminado, pulmón verde en el centro del cemento. Ideal para disfrutar la distinguida coctelería espiando a la luna.
Crónica: Lupe Gambina