El incidente, que afectó la pintura Grey, Orange on Maroon, No. 8, valorada en 56 millones de dólares, ha generado preocupación en el mundo del arte y cuestionamientos sobre la protección de obras expuestas.
Un suceso ocurrido en el Museo Boijmans Van Beuningen, en Róterdam, Países Bajos, ha vuelto a poner en foco los protocolos de seguridad en instituciones culturales. La noticia de que un niño daña una obra de Rothko al tocarla accidentalmente generó revuelo internacional, dada la importancia y el valor de la pieza afectada. El cuadro pertenece a una de las series más emblemáticas del artista estadounidense y resultó con arañazos en su superficie inferior, donde la pintura no contaba con barniz protector.
Detalles del incidente y valoración del daño
La obra en cuestión, Grey, Orange on Maroon, No. 8 (1960), sufrió daños superficiales el pasado lunes 28 de abril. Según informaron medios locales, el niño tocó la pintura durante una visita al museo, en lo que fue descrito como un “momento de descuido”. La institución confirmó que los arañazos se produjeron en una zona sin protección y que ya se ha contactado a conservadores expertos, tanto locales como internacionales, para evaluar las posibilidades de restauración.
El museo Boijmans Van Beuningen calificó el daño como “superficial”, aunque dada la magnitud económica y simbólica de la obra, el hecho no deja de ser significativo. Este tipo de incidentes expone la vulnerabilidad de las piezas de arte moderno y plantea una vez más la necesidad de equilibrar accesibilidad con preservación.
Respuesta del museo y gestión de responsabilidades
En su comunicado oficial, el museo evitó revelar la identidad del niño o de sus acompañantes, y se abstuvo de emitir comentarios sobre responsabilidades legales o financieras por el daño ocasionado. Tampoco detalló el coste estimado de la restauración ni el impacto que el incidente podría tener sobre futuras exhibiciones.
Esta postura contrasta con otros episodios anteriores en el mismo museo, como el caso de 2011, cuando una instalación fue dañada por visitantes y se solicitó el pago de los gastos de limpieza. En este caso, el enfoque ha sido más reservado, lo que genera interrogantes sobre cómo se manejarán las consecuencias del acto.
El valor de Rothko en el arte contemporáneo
Mark Rothko, figura central del expresionismo abstracto, es ampliamente reconocido por sus campos de color y su capacidad para transmitir emociones profundas a través de composiciones aparentemente simples. Fallecido en 1970, su legado artístico ha alcanzado valores récord en subastas. La obra dañada está valorada en 56 millones de dólares, lo que refleja tanto su relevancia estética como su importancia en el mercado global.
Entre sus ventas más notorias se encuentra Orange, Red, Yellow, que en 2012 alcanzó los 86,9 millones de dólares. Estos valores convierten a las obras de Rothko no solo en piezas clave del arte contemporáneo, sino también en activos de gran interés para coleccionistas e instituciones.
Un recordatorio sobre la fragilidad del patrimonio cultural
El hecho de que un niño haya dañado una obra de Rothko pone en evidencia los riesgos asociados a la exhibición de obras de alto valor sin medidas de protección adecuadas. El incidente reabre un debate recurrente en el ámbito museístico: ¿cómo hacer que el arte sea accesible sin poner en peligro su integridad?
Museos de todo el mundo deberán considerar este tipo de situaciones al repensar sus estrategias de conservación, especialmente cuando se trata de piezas tan significativas como las de Rothko, cuya sensibilidad material y emocional demanda un cuidado extremo.
