Si Palermo tuviera corazón, este suceso físico-instrumental bien podría ubicarse ahí mismo. Bien sabido es que no lo tiene. Pero, le sobra sangre y es desde aquí desde donde se la bombea. La Fuerza Mayor es ritmo, es color, es movimiento continuo que nos tiene prendides en la línea de fuego como corresponsales de guerra en un Congo belicoso.
Poliamor generoso, le coquetean al afrobeat, al funk y al dub e iluminan la noche más que la luna, la luz que atraviesa la flauta traversa, la percusión, el trombón, la batería, la trompeta y cada uno de sus infinitos instrumentos estalla en un baile colectivo que estampa sonrisas por doquier.
CeHacheRespira es uno de los invitados, y al canto de “somos energía, somos movimiento” el público responde con caderas lascivas. Palo Pandolfo es la frutilla del postre, cabe ofrecerse como rehén a la banda de rufianes que agita por Palo en esta noche de luna casi llena donde somos la hermandad.
En el intervalo y en el fin, el baile furioso de la mano de MamatoraDJ se sucede en el Jardín del Edén terrenal que ocupa la parte trasera de Congo. Un pequeño paraíso donde en miércoles como estos el baile es el lenguaje común.
Repite todos los miércoles, para quienes tengan interés en renovar la sangre sin abandonar el corazón.
Crónica: Lupe Gambina
