Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín inició su Temporada 2019 con el estreno de El carbonero, de Leonardo Cuello y Mirame, estoy dejando de ser yo de Andrea Servera.
Imagino en los orígenes, la danza como dispositivo ritual, oficiando ceremonias de fecundidad, ceremonias de guerra, de victoria, ceremonias religiosas, de pasaje, de consagración. En ese inicio idílico, la respiración y los latidos del corazón habrían sido el marco para darle al movimiento su cadencia, para darle al baile su compás.
El Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, dirigido por Andrea Chinetti y Miguel Ángel Elías, dio inicio a su temporada 2019 con el estreno de El carbonero, de Leonardo Cuello y Mirame, estoy dejando de ser yo de Andrea Servera.
La primera remite de manera directa al arrabal portuario de La Boca, y a las pinceladas y la vida del pintor y muralista argentino Benito Quinquela Martin. Coreografía, música, vestuario y escenografía se amalgaman para contar su historia, de una manera deliciosa y lúdica.
Mirame, estoy dejando de ser yo tiene un devenir más escurridizo. La obra podría hablar de la transformación, de la repercusión de los movimientos de quienes nos circundan y del permanente estado de mutación y cambio. Además de la coreografía, la música y el vestuario son piezas claves y la frutilla del postre es la música y performance en vivo de BIFE.
¿Quién no bailó, por diversión o por necesidad? ¿Quién no sacudió huesos, carne y piel a su ritmo para ahuyentar o atraer? Ahora, en la Sala Martin Coronado, ¿quién interpreta y quién es espectador? Recomiendo hacer la prueba, el resultado puede ser revelador.
ÚLTIMAS FUNCIONES: SÁBADO 1º Y DOMINGO 2 DE JUNIO
Crónica: Lupe Gambina
