El accidente ocurrió durante la noche de apertura exclusiva para vips de la Art Wynwood, una feria de arte contemporáneo que se realiza anualmente en Miami, Florida.
“Por favor, no toques la obra de arte”.
De vez en cuando, se nos recuerda por qué estos letreros todavía son necesarios en las galerías de arte de todo el mundo.
Un grupo de amantes del arte de Miami, en Estados Unidos, miraron con horror cuando una coleccionista tiró accidentalmente al suelo una escultura de US$42.000 del artista pop estadounidense Jeff Koons, el jueves por la noche.
La estatua, uno de los icónicos “Dog Balloons” (perro globo) de Koons, se rompió en pequeños fragmentos, que tuvieron que ser barridos por el personal de la galería.
Afortunadamente para la persona implicada en el accidente, la pieza está cubierta por un seguro, explica Bénédicte Caluch, asesora de arte de las galerías Bel-Air Fine Art que representa la escultura.
La escultura formaba parte de una edición limitada que ahora se ha reducido de 799 a 798.
A pesar de haber sido destrozada en miles de pedazos, todavía hay interesados que desean comprar la escultura destruida. Incluso hubo quienes se ofrecieron a comprarla en ese mismo momento.
Jeff Koons, de 68 años, no ha hecho ningún comentario sobre el incidente.
Sus esculturas de “Dog Balloons” se encuentran entre las obras más icónicas del arte contemporáneo y se han vendido por decenas de millones de dólares.
Algunas son enormes, de hasta 3 metros, pero la escultura que resultó destrozada era solo un cachorro de 40 cm de altura.
Los “Dog Balloons” han sido exhibidos en galerías de todo el mundo y se volvieron aún más icónicos gracias a Jay-Z en 2017, cuando el rapero trabajó directamente con Koons para crear un perro globo inflable para un escenario.
En 2019, Koons hizo historia cuando su escultura “Rabbit” se vendió en una subasta por US$91,1 millones, el precio de venta más alto de la historia alcanzado por un artista vivo.