4 muestras para descubrir el arte contemporáneo

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Por Emmanuel Franco

El arte contemporáneo es una oportunidad para conocer otras formas para crear una obra de arte. Investigaciones sobre la naturaleza y la música, imágenes íntimas y sugerentes, materiales fuera de lo común.

Todo es parte de nuevos abordajes para la práctica artística. Desde Acromática te invitamos a recorrer 4 muestras que indagan en el vínculo entre materiales e imaginarios.  

La cueva del sueño, de Alfredo Frias

En el marco de una beca del programa Activar Patrimonio, Alfredo Frías se sumergió en una exhaustiva investigación de la figura de San Martín. A partir de lecturas y visitas al Instituto Nacional Sanmartiniano, el artista desarrolló una serie de pinturas que tematizan la habitación del prócer en Boulogne Sur Mer. Ahora todas las obras son parte de La cueva del sueño, la nueva muestra en la galería Constitución y que cuenta con curaduría de Belén Coluccio.

La muestra se constituye en base a intereses muy específicos de Frías: los pintores del siglo XIX, la historia argentina atravesada por las artes visuales, el género del retrato e investigaciones sobre la relación entre la luz y los espacios. Las pinturas podrían pensarse como grandes archivos que dan cuenta de la soledad, el silencio y la ruina que atraviesan los próceres en sus últimos días.

En las obras se puede observar una sombra que se come la luz de una pared roja, una cama vacía donde San Martín se preguntaba por el destino de Argentina, ventanas abiertas donde las cortinas parecen fantasmas que resguardan la habitación. Frías es un pintor histórico, pero con cada pincelada le agrega el condimento de la fábula y la imaginación. La cueva que retrata es iluminada por destellos de historiografía y ficción, un cruce entre sensibilidades y un falso intento de veracidad.

La cueva del sueño se puede visitar hasta hasta finales de Marzo en la galería Constitución, de Miércoles a sábados de 18 a 20 h, Dr. del Valle Iberlucea 1140.

La Música como epifanía del mundo, de Juan Sorrentino

Juan Sorrentino  es compositor, luthier y escultor. Actualmente presenta La música como epifanía del mundo en Herlitzka + Faria, una muestra poblada por esculturas sonoras denominadas Mancuspias. El nombre de las enigmáticas obras proviene del cuento “Cefalea” de Julio Cortazar. Con ellas el artista busca generar un coro de sonidos envolventes y misteriosos. En la sala convergen los saberes propios de la carpintería, la herrería, la música y el lenguaje escultórico.

Concebida durante la pandemia, la serie fue trabajada en pequeña escala y con fragmentos de maderas, hierros y elementos de ferretería que le fueron regalando amigos y colegas. Las Mancuspias podrían pensarse como muebles, esculturas, casas de pájaros o dispositivos propios de una tecnología ancestral. Su objetivo es reflexionar sobre la naturaleza y su capacidad de generar estímulos sensoriales y estéticos. Cada una de ellas construye un sonido singular y todas juntas forman un paisaje sonoro que invoca a los secretos que esconden los materiales intervenidos.

Sorrentino busca “revivir el recuerdo de lo que la madera escuchó”. Para el artista cada material tiene una memoria que puede activarse con la música. Por un lado se presenta la melodía que se creó a partir de la intervención humana, y por otro lado se busca encontrar o inventar un idioma musical para la naturaleza. Ingresar a la muestra del artista implica enfrentarse a una arquitectura de estímulos diversos: desde la construcción de objetos artísticos hasta la creación de un ritual para concebir sonidos.

La Música como epifanía del mundo, se puede visitar hasta mediados de Marzo en la galería Herlitzka + Faria, de Lunes a viernes de 11:30 a 19 h, Libertad 1630.

Tronca, de Federico Cantini

El trabajo de Federico Cantini indaga entre los límites de la escultura y la instalación. Con Tronca, su nueva muestra en la galería Pasto, da cuenta de un universo intimo que tiene conexiones con la noche, el desborde, el sexo y el humor. La madera es el material protagónico para representar una poética de lo salvaje.

A lo largo de la sala se pueden encontrar diversos personajes hechos con la madera de Ficus, Plátano y Álamos. Sus cuerpos estirados hablan de un doble estadio de goce e incomodidad: hay un chico que orina con vergüenza sobre la pared mientras el hilo amarillo se extiende hasta un perro pequeño. Un borracho sin brazos vomita y en su cabeza hay un agujero negro similar al de un balazo. Son escenas donde se expone el costado patético de la noche y la cultura de los mal llamados fisuras. Pero no hay un juicio de valor, hay una entrega al escenario nocturno. Si el día es el lugar de la norma y la rectitud, la noche es el espacio para la liberación, el caos y todo lo que se considera ilegal.

Las obras de Cantini son monumentos a las personas que padecen un mal viaje por las drogas o que directamente son adictas a todas las situaciones que suceden pasada la madrugada. La madera, símbolo de vida y cuerpo, se pone a disposición de una humanidad que se ahoga en sus propios vicios, pero no por eso deja de sonreír. Al entrar en Tronca uno podría pensar que se encuentra en una misa dedicada a los vicios y a la perversión. Salir no es fácil.

Tronca de Federico Cantini se puede ver hasta mediados de Marzo en la galería Pasto, de Jueves a sábados de 16 a 20 h, Chacabuco 866.

Naum Knop y Princesa Vampiro en Para vos… Norma Mia!

Para vos…Norma Mía!  es un espacio de arte creado por Fernanda Laguna y Andrés Politano. No es un museo ni una galería. Es más bien un local que busca juntar a artistas que por otro medio nunca se hubieran podido conocer. Desde importantes figuras del arte argentino hasta jóvenes que recién dan sus primeros pasos en la práctica artística. Con la colaboración del artista y curador Santiago Villanueva, el lugar pretende generar muestras con curadurías colectivas que pongan en jaque la noción de autoría. Actualmente se presentan en el espacio dos exposiciones sin título. Una dedicada a las esculturas del fallecido Naum Knop y otra a los objetos lúgubres de  Princesa Vampiro.

Naum Knop nació en 1917 en Buenos Aires, en el seno de una familia de origen ruso. Desde sus comienzos las esculturas estuvieron ligadas a la idea del ornamento, la abstracción y la síntesis en la figura. Contemporáneo a Libero Badii y Aurelio Macchi, sus obras nunca encajaron del todo en el relato de la historia del arte argentino oficial, pero se pueden hacer conexiones con Jorge de la Vega, Jorge Gumier Maier o Liliana Maresca. En la muestra se pueden ver obras desde los años 70 hasta los 80 donde los colores y las formas geométricas le dan un toque amable a las obras de Knop, como si se tratara de un objeto que todo el tiempo busca la atención del espectador. A diferencia del arte contemporáneo donde parece más difícil, las esculturas buscan ser accesibles y generar un goce inmediato en quien las mira.

Princesa Vampiro es una artista joven que construye objetos donde la estética de lo pagano y el bosque se mezcla con los colores ácidos del futuro. En sus obras los materiales se retuercen y se fusionan para dar lugar a un objeto deforme pero con una impecable atención en los detalles. Las terminaciones recuerdan al trabajo de los informalistas o al mismo Alberto Heredia. A diferencia de la mirada juguetona de las obras de Naum Knop, las imágenes de Vampiro se manifiestan como la letra de una canción oscura: lenta y repleta de sonidos que generan texturas asfixiantes. Podrían ser amuletos de una bruja o el nido de un pájaro de un mundo postapocalíptico. Ante todo son la evidencia de una artista que tiene muy clara su misión en el arte: desarmar, armar y asustar.

Las muestras de Naum Knop y Princesa Vampiro se pueden ver hasta fines de Marzo en Para vos… Norma Mia!, de Jueves a sábados de 18 a 20 h, Darwin 891.

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