Todo lo que desaparece: una ventana hacia una relación signada por la pérdida

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Por Candelaria Penido. IG: @candepenido

Círculos eternos se despliegan ante nosotros. Líneas que se encuentran constantemente comenzando para luego engullir su final. Pasos continuos van armando este espiral de evocaciones que pacería no querer terminar, mas como nos señala el título de la obra, todo tiende a desaparecer.

Todo lo que desaparece es la última producción de la compañía de danza de David Señoran. Se presenta todos los sábados de agosto a las 21 h en Aérea Teatro (Bartolomé Mitre 4272, CABA). Esta pieza, interpretada por Lucía Girardi y Arian Ortellado, fluctúa entre solos y dúos, haciendo del hilo de la trama uno que el propio público tiene que ir armando. “Me interesa abordar una dramaturgia construida de a pedazos, de situaciones, de vínculos y de imágenes. Todas discontinuas, todas listas para ser entretejidas por el espectador. Fragmentos para dar cuenta de aquellos pedazos de vidas, de experiencias, de certezas y de miedos que nos construyen como humanos” explicaba su director.

La obra de danza contemporánea, producto de una residencia en el teatro, se desarrolla en una puesta austera donde reina el negro y la luz blanca. El diseño de iluminación concentrado en el encendido y apagado de tres grandes paneles movibles en escena, se destaca, de forma tal que va habilitando los distintos espacios en que los bailarines aparecen. La luz entonces, nos va acercando a esos retazos de memoria que los intérpretes parecerían ir iluminando a medida que la función avanza.

La repetición es la llave que nos abre la puerta hacía este universo. Repetición en las secuencias, esas en que los performers se acercan y alejan, se detienen para sobrepasarse y volver a empezar. Esta dinámica en su relación es una constante en toda la pieza. Es la mirada, los ojos fijos y determinantes los que otorgan certezas a lo endeble del vínculo exhibido. La reiteración también se filtra en el armado y desarmado de las mismas posturas. A veces en el cuerpo de ella, a veces en el de él. Figuras, en donde el fuera de eje se lleva un rol predominante, haciendo que el que se encuentra sentado mirando la producción, comparta la sensación de instabilidad que sufren sus protagonistas. La reincidencia de ese ir y volver, el retomar las series ya bailadas simularía reproducir esos mecanismos en que la mente humana elije producir y volver a reproducir hechos grabados en su memoria.

La pieza se deja llevar por una tensión dicotómica entre luz y oscuridad, entre el reinado del silencio y la música tenue, los solos y los dúos, los movimientos entrecortados y los que fluyen al instante. También la dinámica de los pasos, que van por momentos en cámara muy lenta para luego pasar a una velocidad bastante acelerada, comparten este diseño. El juego de velocidades, alternando la cadencia, funciona como el vocabulario de la obra.

El cuerpo es el principal instrumento mediante el cual se cuenta la historia. Otro de los recursos, que aparece por momentos, es la voz. Esta describe, anuncia, refuerza y anticipa lo que el espectador va presenciando. “El tiempo, los vínculos, los cuerpos dañados y la fe, me interpelan y conviven en las búsquedas y en las construcciones de obras que voy creando”, describía Señoran en base a los temas que su nuevo trabajo toca.

La coreografía llega a su clímax en uno de los dúos, en donde la fuerza de la repetición se ve solo afectada por la respiración cada vez más intensa de los bailarines, y la variación de los gestos de los mismos. Es en este momento, en que la atención de la audiencia se concentra en el anticipar lo que va a pasar y en tratar de encontrar mínimas alteración en los movimientos repetidos. Es en estos cambios que se percibe eso que los intérpretes temen: “Temo que lo que diga destruya el instante” dice ella, a lo que él continúa “temo que desaparezca.”

FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA

Performers: Lucia Girardi,  Arian Ortellado
Diseño sonoro: Juan Barone
Diseño de Iluminación: David Seiras
Diseño de escenografía y vestuario: Alejandro Mateo
Diseño gráfico: Pablo Vega
Fotografía: Adrián Arellano
Desarrollo audiovisual: Euclides Pérez.

Registro video: Inés Silvestre, Gastón Gatti

Social Media Managers: Atmos label

Prensa: Prensópolis

Asesoramiento artístico: Ariel Osiris

Asistencia de dirección: Miranda Basso

Gestión y producción ejecutiva: Gabriel Cabrera

Coreografía y Dirección general: David Señoran 

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