La obra “Comedian” de Maurizio Cattelan vuelve a generar polémica tras ser devorada en un museo francés, reavivando el debate sobre los límites del arte contemporáneo.
Durante una exposición en el Pompidou-Metz, un visitante decidió comerse la famosa banana pegada a la pared creada por el artista conceptual italiano Maurizio Cattelan.
La escena, que remite a episodios anteriores, resurge como un recordatorio de cómo el gesto más simple puede desafiar las convenciones del arte y su sistema de valores.
Una obra efímera convertida en símbolo del mercado del arte
La pieza titulada Comedian fue presentada por primera vez en Art Basel Miami en 2019, donde alcanzó notoriedad internacional no solo por su aspecto minimalista —una banana adherida a la pared con cinta adhesiva— sino por su valor de mercado: llegó a venderse por 120 mil dólares.
Desde entonces, la obra de Cattelan ha sido interpretada como una crítica irónica al sistema especulativo del arte contemporáneo.
El reciente incidente en Francia, donde un visitante se comió la banana durante la muestra del Pompidou-Metz, remite directamente a su carácter perecedero y al consentimiento del artista de que sea sustituida regularmente. “Confundió la fruta con una obra de arte”, ironizó el propio Cattelan tras el suceso, reafirmando la ambigüedad entre lo cotidiano y lo artístico.
La performatividad como extensión del concepto
No es la primera vez que Comedian termina siendo ingerida. En 2019, el artista David Datuna realizó un gesto similar en Art Basel, alegando simplemente tener hambre. Más recientemente, el empresario de criptomonedas Justin Sun, quien compró la obra por más de seis millones de dólares, también se la comió frente a las cámaras.
Estos actos de apropiación performativa han sido interpretados como parte del propio discurso de la obra, donde el objeto material se disuelve para dar lugar al acontecimiento.
A través de Comedian, Maurizio Cattelan —reconocido por obras provocadoras como el inodoro de oro de 18 quilates titulado America— continúa desafiando los parámetros del arte institucional, sus valores simbólicos y sus mecanismos de consumo.
Cattelan y su crítica al sistema artístico global
La reacción mediática ante cada aparición o destrucción de Comedian pone de relieve la capacidad de Cattelan para tensar los límites entre arte conceptual, sátira y mercado.
Su obra actúa como un espejo deformado de una industria donde el valor de una obra no siempre guarda relación con su materialidad, sino con su historia, su firma y su circulación simbólica.
El artista italiano, con una trayectoria marcada por el humor negro y la irreverencia, ha construido a lo largo de los años una posición singular desde la cual cuestiona las jerarquías culturales y económicas del arte global.
La banana comestible se convierte así en emblema de una paradoja: cuanto más efímera es la obra, mayor es su trascendencia discursiva.