Por Lujan Gambina. IG: @lupegambina
“La vejez de mi padre me ha hecho saber de la mía”, sentencia la voz del protagonista de la novela La vejez de mi padre, de Jorge Moreno, publicada por Enero Editorial.
El protagonista de esta novela, publicada por Enero Editorial, revisita escenas de su infancia y desanda el camino recorrido en el vínculo con su padre, en el momento en el que el mismo está llegando al final de su vida.
El escritor Jorge Moreno elige contar el vínculo de un hijo con su padre, ya viejo y moribundo. Vínculo humano que por humano es imperfecto. Las expectativas que nunca son cumplidas, y una serie de preguntas que van tejiendo la trama de este relato, y cuyas respuestas resultan ser más preguntas que se van acumulando.
La vejez de mi padre, de Jorge Moreno, bien podría tratarse de un libro autobiográfico que describe el vínculo real entre el escritor y su padre. Escrito con verosimilitud, poco importa la veracidad de lo relatado porque el eco que reverbera durante su lectura se remite a la propia infancia, y quizás también a la propia paternidad.
No se trata de una narración escrita en clave de reclamo ni de moraleja, sino que tiene la forma de una pregunta. Los vericuetos de la relación entre ese padre y ese hijo se van construyendo para el lector desde imágenes, pero sobre todo desde silencios. Diálogos ausentes, como si la pregunta que el protagonista se hace, en las orillas de la muerte de su padre, abriera un espacio que es ausencia o silencio. Y no intenta colmarlo, décadas más tarde. Sino que con ese espacio en blanco escribe y describe una historia construida de a dos, en la que cada una de las partes tiene y es, pero especialmente, con lo que les falta.
“En la vejez de mi padre veo lo que fuimos y también todo lo que no llegamos a ser, con un regusto a impotencia parpadeo entre labios cuanto creí haber dejado atrás”.
Llegamos a esos inicios a través de algunas escenas puntuales: las primeras vacaciones en familia, el cigarrillo fumado en su presencia, una traición familiar que signa el destino del linaje. Así y todo, no es un libro de exigencias no cumplidas, sino de nombramientos. Nombrar hoy, con un padre disminuido en su capacidad física, aquel vigor corporal que supo definirlo, eso que no se nombró antes para señalarlo, pero de ninguna manera intentar corregirlo o lamentarlo.
¿Es una manera de hacer las paces? ¿Con su padre, con sí mismo? No es relevante. Porque este libro es una reflexión sobre la vejez, pero también lo es sobre la niñez y sobre cómo de uno a otro punto hay un recorrido que es único entre cada niño y su padre. Aunque en esa singularidad evoque la de quien lo lea. Pues, no hay adultos sin infancia ni padres sin falencias.
Jorge Moreno nació en San Isidro, provincia de Buenos Aires. La admiración hacia un viejo médico de largo guardapolvo almidonado lo orientó hacia la Medicina. Se especializó en Psiquiatría y derivó hacia la práctica psicoterapéutica, atraído por sus tonalidades filosóficas y humanísticas.
Publicó dos libros de poesía, Detrás de las Palabras y Tiempo de memoria (Libros de Tierra Firme); el primero premiado por la Secretaría de Cultura de la Nación; uno de cuentos para niños, La historia de Fulgencio y Clotilde (Ediciones Colihue); cuatro de divulgación: 13 Consejos para fracasar en pareja, Yo no quiero un amor para toda la vida, Crisis. Cómo y cuándo cambiar y Crónicamente. Cómo hacer cuando un problema no se resuelve (Paidós).
El escribir se hizo un hábito que poco a poco derivó en la ficción: Si pudiera dejar de nombrarte, una novela que publicó la editorial Seshat, de España (se encuentra en formato e-book en Amazon) y La vejez de mi padre (Premio Feria del libro de Junín 2019) que, corregida edita Enero editorial.