Por Candelaria Penido. IG: @candepenido
La exposición individual Todavía nuestro de Foguel es una invitación —casi poética—, a sentir el tiempo de una forma distinta en la Galería Ruth Benzacar.
Hace frío y reina lo oscuro. El silencio me rodea salvo por el ruido de motor que hace un gran freezer que se encuentra en el centro del espacio que da inicio a la Sala 2 de la Galería Ruth Benzacar. Me llaman la atención dos grandes palomas de colores pintadas en sus extremos. Lo rodeo. Me tienta tocarlo, levantar alguna de sus tapas y ver qué hay dentro, pero no termino de animarme y decido pasar a la sala contigua.
La oscuridad y el frío se intensifican. Atravieso una cascada de hilos e intento colocarme en el centro para observar la instalación en metal. Parecen serpientes plateadas que estáticas decidieron detener su arrastrarse por el aire y allí quedaron congeladas. Son tres. Sus extremos se unen en un gran recipiente que descansa en el piso. No entiendo. Miro a mi alrededor y en una primera instancia no comprendo la pieza, lo que la artista quiso transmitir, o lo que me rodea. Estoy inquieta porque sé que algo me falta.
Recorro el espacio simplemente acompañada por el ruido del motor del freezer en la estancia contigua. Es este el que me llama y me señala eso que había descuidado. ¿Por qué habría un congelador enchufado si no para conservar algo frío dentro? Decidida encaro hacía ese gran recipiente y lo abro. Descubro un mundo de figuras de agua congelada. Esculturas de hielo pegadas a elementos cotidianos: una bombilla, un mate, una copa, un gotero. Un cartel dentro invita al espectador a tomar una y colocarla sobre la cascada de metal.
Obediente lo hago. Agarro una especie de corazón con tentáculos de hielo y mientras mis dedos se congelan, lo apoyo en la instalación. Esta se contornea bajo el peso del objeto que al contacto con el material empieza a gotear. Se atasca, se pega, se derrite. Todo cambio. La obra me convocó a una experiencia contemplativa, táctil y sonora. A una experiencia de mimo y asombro, en donde mi atención simplemente está disponible para la gota de agua que cae y resbala. Hipnotizada por su andar, la sigo. Primero ávida, me paro al costado de este tobogán, intentado no perderme un instante de su recorrido. Al tiempo, decido sentarme en el piso, sobre unos almohadones negros. Como enamorada la veo andar, avanzar y ansiosa espero que llegue al cuenco final. Allí donde descansa un charco de agua compuesto por gotas del hielo que elegí junto con otras, del hielo que alguien más puso y observó. Ya no me siento sola.
La exposición individual Todavía nuestro de Foguel es una invitación —casi poética—, a sentir el tiempo de una forma distinta. En donde su discurrir depende tanto del accionar del espectador: este debe decidir y actuar; como de una agente externo que obliga a aceptar su ritmo cadencia.
“Todavía nuestro apuesta a un surrealismo traslúcido donde el presente -irreal e inexplicable- se derrite para dar lugar a un futuro colectivo. Un pequeño cambio en el estado de las cosas para que lo cotidiano se rearme desde sus elementos más básicos”, explica Javier Villa, su curador.
En la muestra se condensa la idea del renacer. Se expone al visitante a un proceso en donde algo se deshace, avanza y termina fundiéndose con otro que a la vez no es más que lo mismo. “Tal vez el freezer de Foguel no sea otra cosa que una mente colectiva dormida, protegida por palomas. Una mente que al despertar se derrite para volverse a unir y generar nuevas formas —dicen las palabras de Villa en el texto curatorail—. La pregunta es, en todo caso, cómo hacer para que todo aquello que soñamos no se desintegre, sino que se disuelva en una materia compartida y aún informe, con algo de suciedad y de color; llena de restos cotidianos, tanto ordinarios como extraordinarios, que todo ser vivo comparte.”
Todavía nuestro es el resultado de la Convocatoria Currículum Cero (edición 2022) organizada por Ruth Benzacar en donde la artista fue elegida ganadora y premiada con una exposición individual en el espacio. Se la puede visitar hasta enero del 2024.