Por Candelaria Penido. IG: @candepenido
Dos bailarinas, amigas y directoras —Gabriela Montes y Gabriela Romero—, protagonizan BVozquecontemplas, obra de danza contemporánea que se presenta todos los domingos de junio y julio a las 18hs en Aérea Teatro (Bartolomé Mitre 4272, CABA).
Dos figuras se acompañan y completan en el espacio negro del escenario. Irreconocibles en su rol de personajes —ambas gozan del mismo vestuario y el cabello recogido—, representan movimientos independientes que a la vez forman parte de una gran historia que las excede. “Bajo los ojos del tiempo que pasa, nuestro cuerpo desvela un mapa de recuerdos”, confía el texto del programa.
Esta obra, de carácter expresivo y vocabulario contemporáneo, parecería suceder en un infinito loop. Con dos bailarinas, una escalera y papeles color madera, se compone el relato y se da vida a un lenguaje natural. Uno que no tiene ni principio ni fin, como el agua de un río, que fluye constantemente con la corriente. Es a través de movimientos orgánicos que la búsqueda por lo fluido y continúo toma posición.
Las categorías fondo y figura no aplican, ya que estas van incansablemente variando. No se representa un dúo, tampoco una sucesión de solos. En una puesta casi circular, las bailarinas parecerían estar cada una en su propio mundo, para cada tanto, conectarse e interactuar. Sus danzas se encuentran en ciertas frases que se repiten a lo largo de la obra. Principalmente estas suceden en torno a los materiales escenográficos expuestos en escena. De a dos, conectadas, mueven la escalera, se suben, la deslizan, la giran. La misma interacción se da alrededor del papel madera. Este las abraza, tapa, esconde y absorbe. Siempre juntas.
La iluminación y la música cumplen un rol clave en la composición del relato. Es a través de estos elementos que el espectador va reconociendo los distintos estadios y momentos que constituyen a la obra. Son la aparición de las cuerdas, el piano, la voz, el agua y el viento, junto con las luces cálidas, propias del fuego o las más frías de los azules, las que nos van guiando a través de esta danza que parecerían no tener fin. La sutileza que emanan los cuerpos, da la sensación de una falta de gravedad en las bailarinas, ellas se mueven sin prisa y sin pausa, con movimientos bien propios de la naturaleza que se evoca. Sus pasos han comenzado y estos siguen y siguen. Se da un juego constante de llenado y vaciado del espacio.
Este bosque que las rodea “a la luz de las estrellas viajamos al bosque y nos acercamos a un árbol añoso”, nos explican desde el programa, se aleja del centro escénico. Es decir, que a nivel espacial, la obra sucede por los laterales, tanto en la parte de delante, como en la de detrás.
Las curvas, los círculos y los pequeños movimientos adquieren un rol interesante, ya que es a partir de su repetición que el espectador va acercándose a los sucesos. Los reconoce, dentro de la narrativa.
Las sobras también tienen su lugar. Estas, por momentos dan la sensación de ser nuevos bailarines en escena, por otros, de ser árboles y ramas propios de los bosques evocados. La falta de definición en ese espacio transporta al espectador hacía el mundo propuesto.
FICHA TÉCNICA
Dirección, coreografía e interpretación: Gabriela Montes , Gabriela Romero
Música Original: Marcelo Fabián Martinez
Fragmentos de la Rapsodia Pampeana N 2 y Danza de la Moza Donosa de Alberto Ginastera.
Piano: Mario Castelli
Voz: Ana Terra Leme
Diseño de Iluminación: Leandra Rodríguez ADEA
Diseño de Vestuario: Gabriela Gerdelics
Asistencia coreográfica: Laura Paolino
Diseño Flyer: Sebastián Montes Liste
Fotografía: Rocío Barad
Prensa y comunicación: TEHAGOLAPRENSA
Adaptación a escena de la escalera: Leandra Rodriguez Y Agustín Valle
Producción general: Otra Puerta Fundación
