Por Lujan Gambina. IG: @lupegambina
Desde la columna de recomendaciones literarias proponemos títulos donde las voces principales se amparan en la noche para construir el relato: literatura de farra.
Electrónica, Enzo Maqueira
La profesora llega a los 30 y se enamora de un alumno. Como era de prever, este vínculo se termina. Esa estrepitosa caída la deja regulando. El fin de algo, pero ¿de qué? Del mundo conocido, de la seguridad, de la amistad para toda la vida, de las cosas como las conocía hasta ese momento, de la inocencia, del engaño de la juventud eterna… el fin de la adolescencia.Electrónica, de Enzo Maqueira, es parte del catálogo de la editorial Interzona y uno de los títulos testigos de una época: los 90s. Su auge, su caída, el regocijo de las fiestas electrónicas, las drogas, el amor libre pero también todo eso que la marea dejó tras arrasar a su paso con la juventud de su era.
¿La perlita? La nostalgia que despierta la descripción de la primera impresión que genera El Pacha en la visita que la protagonista hace para ir a escuchar poesía recitada por su mejor amiga.
Yo era una chica moderna, César Aira
“Ese fue el verdadero comienzo de la aventura. Así empezó, con dos chicas desesperadas en una terraza a la medianoche, ebrias de alcohol y venganza. No, no venganza: justicia. Éramos dos justicieras, decididas a todo con tal de reponer las cosas en su lugar. Por modernas, queríamos restaurar la antigüedad. Por antiguas, queríamos imponer lo moderno.” Editada por Interzona, esta vertiginosa novela de Cesar Aira pasea por la noche de Buenos Aires al ritmo galopante de la ciudad, y se mete allí en esos rincones donde lo real y lo irreal conviven en comunión. Una historia que transcurre a toda velocidad, al borde de la ciencia ficción, alimentándose del imaginario de sus dos protagonistas, testigos de la década infame de privatizaciones. En esta “exquisita proliferación de sexo, drogas, alcohol, música, flores” es que Cesar Aira encuentra la oportunidad propicia para narrar la historia de estas dos amigas, tan desesperadas por vivirlo todo y comerse al mundo, que las engulle en devolución de favores.
Queremos más: Este título es parte de una trilogía que incluye los títulos: “Yo era una mujer casada” & “Yo era una niña de siete años”.
Sólo te quiero como amigo, Dani Umpi
“Caí en la trampa de las parejas con apartamento luminoso y división de gastos diarios. Sólo nos faltaba el gato. Siempre es así. Se van y te dejan hablando solo, en silencio, como si fueras un gato con siete vidas. La puerta queda abierta y uno queda sin saber qué hacer, si conseguirse un gato, si devolverle la licuadora, si cerrar la puerta, si ir a alguna fiesta, si escuchar música, si llamar a su mamá, si planear un viaje a Brasil, si meterse en el baño o en la cocina”. A partir de una separación, la voz de quien protagoniza la novela naufraga preguntándose por el lugar del amor, los vínculos, la soledad. Las reuniones se vuelven fiestas, las fiestas se vuelven noches eternas donde todo esto se mezcla. Acompañantes eventuales generan interrogantes acerca de la profundidad de las relaciones espontáneas. A la novela, publicada por Blatt & Ríos, le sobra frescura, la prosa es concisa, precisa y pese a los más de 15 años que la separan de su primera edición, no pierde actualidad. Mucha frescura, movimiento, ritmo y sobre todo, una visión audaz, humilde y aguda de la vida moderna.
Bonus track – Dani Umpi es un prolífico artista uruguayo. Perfecto es su primer disco de estudio, y una posible banda sonora para esta novela.
¡Qué viva la música!, de Andrés Caicedo
Hundirse hasta lo más profundo, vivir de fiesta hasta que no haya nada más que celebrar. Iniciarse, transicionar de la infancia a la adolescencia, y adolecer con el privilegio de quien intuye que la muerte no es el final, y que la fiesta es la única alternativa posible. Exceso y más exceso. Correrle el velo a la adultez, descubrir que es un engaño, y entonces, engañar. Engañar a la noche, e ir con ella más allá hasta que no haya más lugar a donde ir. Siempre de fiesta. Siempre regia y dispuesta. La cabellera rubia resplandeciendo, fulgurando hasta cegar. En esta novela publicada por Seix Barral, la protagonista nos lleva vertiginosamente por el camino de los excesos, en una novela que se convirtió en un libro de culto, un manifiesto generacional de prosa urgente que se deja leer a toda velocidad. Con apenas 25 años, Andrés Caicedo supo crear algo eterno que se lee con el vértigo en la punta de los dedos.
Cita favorita: “Jamás ahorres. Nunca te vuelvas una persona seria. Haz de la irreflexión y de la contradicción tu norma de conducta. Elimina las treguas, recoge tu hogar en el daño, el exceso y la tembladera. Todo es tuyo. A todo tienes derecho y cóbralo caro.”
Mapas terminales, Lucila Grossman
“El fondo de pantalla musical de mi cerebro es de color rosa yogurt de frutilla y corre suave, rápido y limpio por colinas y valles de silicona líquida”.
Ciencia ficción a puro lunfardo millennial en una novela lisérgica y delirante cuyo disparador es un embarazo enigmático. Publicada por Editorial Marciana, la primera novela de Lucila Grossman pinta paisajes de la Ciudad de Buenos Aires, drogas, mucha noche, mucha fiesta, mucha amistad, y una manera de hacer ciencia ficción a la que vale la pena darle la oportunidad.
Queremos más – Acá empieza a deshacerse el cielo, el segundo libro de Lucila Grossman, editado por Editorial Marciana.