El salto: Omar Lares y la construcción inesperada de una voz literaria

La escritura de Omar Lares emerge de la vida cotidiana, transformando recuerdos y vínculos en un territorio narrativo y sensible.

En un escenario literario argentino que se renueva con voces que exploran la memoria, la subjetividad y los vínculos, Omar Lares emerge como un autor que convirtió su primera novela, Hijo ’e Tigre, el embajador de un deseo (Barcelona, 2022), en un punto de inflexión inesperado: debutó como escritor, obtuvo premios y llevó su obra a ferias del libro nacionales e internacionales. Con Ella es un arcoíris (Buenos Aires, 2025), su segunda novela, abrió una nueva etapa en una trayectoria que se construyó lejos de los caminos tradicionales. En esta nota, seguimos el hilo invisible que une sus orígenes, sus pasiones y sus novelas para entender cómo un contador que se convirtió en escritor logró transformar vivencias personales en ficción potente.


El origen: una infancia que se convirtió en método

Omar Lares creció en Lanús, en una familia de clase trabajadora donde el fútbol y la música marcaban el pulso cotidiano. Su padre, Tito, repartidor de diarios, ferroviario, pizzero y futbolista, fue también fundador del Club Atlético 1° de Mayo en Remedios de Escalada. Entre picados en el potrero, sobremesas ruidosas, changas de adolescencia y relatos que se transmitían como ritual familiar, Lares aprendió que lo cotidiano tenía densidad narrativa. “Lo simple puede ser profundamente narrativo”, recuerda.

Esa sensibilidad aparece en cada una de sus obras: la calle como primera escuela, los vínculos como territorio de formación, la oralidad como matriz y el barrio como brújula emocional. La literatura llegaría después, cuando la vida adulta —y la terapia— le revelaron que las historias guardadas podían convertirse en palabras.


El salto a la escritura

Lares no empezó escribiendo: empezó recordando. Y en ese movimiento encontró un modo. Una sobremesa familiar, una frase de su esposa, Andrea, y un acontecimiento doloroso funcionaron como detonantes. De ese impulso nacieron las primeras catorce páginas de Hijo ’e Tigre y, con ellas, la certeza de que la literatura podía ser mucho más que un ejercicio tardío: podía ser un modo de comprender y transmitir lo vivido.

“Fue encender una luz en una habitación oscura”, cuenta. La disciplina de su profesión de contador encontró, en la escritura, otra forma de rigor: sentarse todos los días, incluso cuando no había inspiración, y dar forma a un relato que necesitaba ser contado.


Hijo ’e Tigre: la memoria como brújula y la ficción como herramienta

Publicada en 2022 por Angels Fortune Editions, Hijo ’e Tigre es un relato autobiográfico que cruza memoria, emoción, música y vínculos familiares. El relato comienza con un niño de once años vendiendo diarios el día de la muerte de Perón, sigue con la vida de barrio en los inquilinatos del sur del Gran Buenos Aires, atraviesa la colimba en tiempos de Malvinas y recorre esa herencia futbolera que unió a tres generaciones alrededor de Lanús.

Las escenas tienen textura sensorial: empanadas fritas en la vereda, las manos manchadas de tinta, el mate en la casa chorizo, los tangos de Troilo, los Beatles y Pink Floyd sonando como banda sonora de época. Cada capítulo abre con citas de filósofos, psicoanalistas o figuras políticas —Kierkegaard, Tolstoi, Freud, Jung, Mandela— que expanden las capas de lectura y enlazan lo íntimo con lo universal.

La novela incluye una subtrama fundamental: las sesiones psicoterapéuticas donde Oscar, protagonista y alter ego del autor, desanda silencios familiares y se enfrenta al legado emocional que busca resignificar.

Hijo ’e Tigre se presentó en Alicante, en Barcelona y en la Feria de Sant Jordi, y en el Museo Granate, frente a más de 100 personas. Además, la novela recibió los premios “Obra que abre fronteras” (España) y “Made in Lanús – Cultura” (Argentina).  Los lectores encontraron en esa historia un manifiesto sobre la paternidad y la posibilidad de elegir un camino propio.


Ella es un arcoíris: ficción, sueños y una nueva voz

Su segunda novela, Ella es un arcoíris (2025), publicada por Editorial Hugo Benjamín, con prólogo de Paula Margules, marca un giro: allí predomina la imaginación sobre la memoria. Julia, madre de tres hijos y estudiante de psicología, comienza a descubrir pistas sobre asesinatos a taxistas a través de sus sueños. Para entender lo que le ocurre, recurre a sesiones de hipnosis, a la astrología y a consultas sobre física cuántica. En esa búsqueda, aparecen nudos del pasado adolescente, un amor pendiente y un recital de los Rolling Stones que ilumina el sentido de sus visiones.

Lares da un paso más en su universo literario: retoma a Daniel, el psicólogo de su primera novela, y despliega una trama donde música, filosofía, psicología y misterio se entrelazan con naturalidad. Con mayor confianza formal y un registro más ambicioso, la novela consolida un estilo que combina emoción, ritmo narrativo y una mirada profunda sobre lo que no se dice.


Presentaciones

En 2025, Ella es un arcoíris tuvo un recorrido activo por la escena cultural porteña y del conurbano: se presentó en la Feria del Libro de Lanús, en el Centro Cultural Leonardo Favio, con la participación de la reconocida escritora, columnista y divulgadora literaria Paula Margules; llegó también a la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, donde Lares firmó ejemplares en el stand de Riverside Agency; y tuvo una presentación en la Librería del Fondo y Centro Cultural, en Palermo, que contó con la participación especial del editor Hugo Levin, de la editorial Hugo Benjamín, reforzando un año de encuentro directo con lectores y nuevas audiencias.


Hacia una tercera novela: un puente entre guerras y épocas

Actualmente trabaja en una nueva obra que combina política, arte, espionaje e historia, con un puente narrativo entre Europa y Argentina: desde la Segunda Guerra Mundial hasta la Guerra de Malvinas. Vuelven Julia y Daniel, pero la trama se independiza por completo de las anteriores y se expande hacia un registro más ambicioso.

“Quiero dialogar con el presente a través del pasado”, dice. Y ese juego con el tiempo —presente en sus dos novelas anteriores— parece haber encontrado su forma más compleja.


El salto

Si su vida fuera una novela, Lares titularía el capítulo sobre convertirse en autor con una sola palabra: El salto. El salto de la terapia a la literatura. De la memoria íntima a la imaginación. De las catorce páginas iniciales a una obra que cruza océanos. De contar la historia de otros a contar la suya.

Quizás ese sea, finalmente, su mayor aporte a la literatura contemporánea argentina: mostrar que la ficción puede nacer en cualquier lado —en un potrero, en un club de barrio, en un duelo, en la mesa familiar— y convertirse, con disciplina y sensibilidad, en un territorio donde los deseos encuentran voz.

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