Por Emmanuel Franco
El verano puede ser una estación ideal para visitar galerías de arte en Buenos Aires. En cada una de ellas se puede encontrar diversas propuestas que representan la escena contemporánea.
Desde Acromática te invitamos a recorrer 4 galerías que exponen sugerentes producciones artísticas.
Tu transpiración es saladita y yo soy la razón, de Cervio Martini
En la mítica galería Sendros, el artista Cervio Martini presenta 5 esculturas hechas con telgopor, enduido plástico, latex y parafina. Son mujeres sin cabeza, envueltas en un blanco que sugiere sensualidad, derroche y picardía. Ellas son La Pipistrela, La Infantiloide, La Patulia, La Patitiesa y La Liliputiense. Con esta muestra Martini explora el lenguaje escultórico sin dejar de lado el dibujo, una práctica que lo acompaña desde los inicios de su carrera.
En la sala se puede ver a las mujeres en fila. Parecen modelos en un show de moda que se fue de las manos, una fiesta que terminó mal o demasiado bien. Cada una de ellas está cubierta de un material blanco que chorrea y que tiene guiños con la leche materna, el sexo y el vacío que evoca el color. Sus manos son grandes y alargadas y las curvas se extienden como si fueran la caricatura de un cuerpo antropomorfo. Ninguna tiene pies y se sostienen sobre un pedestal. Las terminaciones, hechas con una máquina que corta telgopor, se asemejan a las líneas de un dibujo. Estas obras responden a la necesidad de explorar un lenguaje desconocido y hacerlo sin conocimientos previos, siempre trabajando bajo el criterio de prueba y error.
Tu transpiración es saladita y yo soy la razón es el título de la muestra y a la vez funciona como statement arbitrario. Se relaciona con las frases e imágenes que le aparecen a Cervio Martini en su cabeza y que luego las vomita en forma de obra. Sin la necesidad de ponerse a investigar un tema o una narrativa, el artista prefiere guiarse por impulsos. A veces lo llevan a explorar un material desconocido, otras veces lo llevan a inventar una conversación entre sus personajes. Observar su trabajo implica adentrarse en un mundo sin respuestas o mensajes claros. No hay moraleja, pero sí mucha provocación.
Tu transpiración es saladita y yo soy la razón se puede visitar hasta Marzo, de Miércoles a Viernes de 14 a 18 h en la galería Sendrós, Wenceslao Villafañe 584.
Penta mantra de Pablo Firpo, Tomás Fracchia y Ginevra Landini
En PM galería hay una apuesta por el diálogo entre artistas de diferentes generaciones. Guiados por un cuento de Cristina Postleman, doctora en filosofía especializada en estética y teoría del arte, Pablo Firpo, Tomas Fracchia y Ginevra Landini se sumergen en una búsqueda donde la figuración y la abstracción son territorios que se fusionan y se repelen. La línea, el paisaje, el relieve y el color son los elementos que los unen y que también los diferencian.
Pablo Firpo expone por primera vez unos dibujos abstractos. Son el resultado de un estado de meditación donde elige a los colores en base a su brillo. Luego comienza una descarga emocional donde el papel es trabajado con furia y las líneas forman un laberinto que no parece tener principio ni fin. Con reminiscencias a Juan del Prete y Yente, Firpo construye una paleta de colores suave que nivela la dura manifestación de las figuras.
Tomas Fracchia es un pintor de los años 90. Durante más de diez años no mostró su trabajo y ahora regresa con unas pinturas donde el paisaje es una presencia melancólica que borra todo rastro de humanidad. El artista evoca escenarios urbanos y propios de la naturaleza. El verde y el azul invaden las composiciones con lentitud, en busca de contrastes con nubes blancas que parecen salidas de alguna fotografía de Flickr. Las obras muestran la quietud de alguien que pinta por placer y no por ambición. Son libres de cualquier etiqueta artística y van por un carril independiente a la historia del arte, o al menos la oficial.
Ginevra Landini utiliza el color negro para generar una atmosfera contradictoria: mientras todo el escenario pareciera el habitad de un fantasma, en el centro se modelan enredaderas de energía que remiten a la idea de vitalidad. El espacio oscuro representa un útero donde se gestan diversas manifestaciones asociadas a lo ancestral, la feminidad y la alquimia. Sus obras parecen indagar en los secretos de la noche y la brujería.
Penta mantra se puede visitar hasta finales de Marzo, de Miercoles a Sabados de 17 a 20 h en PM galería, Tres Sargentos 463.
¡SAXA LOQUUNTUR! de Faivovich & Goldberg
Guillermo Faivovich y Nicolás Goldberg son los custodios legales de un meteorito de 41 kilos que aterrizó hace cuatro mil años en Campo del Cielo, una región del norte argentino ubicada en el límite entre las provincias del Chaco y Santiago del Estero. Esta piedra de hierro fue parte de una lluvia de meteoritos que desde entonces sirve para alimentar mitos entre los Moqoit, Qom y Wichi. A partir del 2006, el dúo desarrolló un extenso proyecto de investigación donde la dimensión artística se mezcla con la antropología, la ciencia y la historia. El objetivo siempre fue el mismo: reinterpretar ese evento cósmico y cuestionar los límites entre patrimonio, obra de arte y estado.
Luego de cinco años, vuelven a exponer en la galería Barro. La muestra funciona como el cierre para su proyecto con el meteorito y una manera de imaginar su futuro dentro de las instituciones. Para esto los artistas convocaron a amigos y colegas y les solicitaron que redacten cartas dirigidas a la Sociedad Científica Argentina del año 2105. Las cartas escritas en presente buscan representar ideas, sentimientos y deseos humanos que les sirvan de inspiración a las personas de los siglos venideros.
En el centro de la sala se puede ver el meteorito, cubierto por una estructura semejante a un teseracto, un cubo de cuatro dimensiones. A su alrededor están las cartas, ilustraciones, fotografías y diversos archivos de las investigaciones. Estos objetos están resguardados en cápsulas herméticas a base de piedra y hierro. “Los recordadores” es el término en que los artistas denominaron a estas obras que cruzan la investigación científica, la ciencia ficción y el documento histórico.
¡SAXA LOQUUNTUR! se puede visitar hasta mediados de Febrero, de Lunes a Viernes de 12 a 18 h y los Sábados de 15 a 18 h en la galería Barro, Caboto 531.
La eternidad de la noche de Miguel Rothchild
La galería Ruth Benzacar presenta La eternidad de la noche, una nueva exhibición de Miguel Rothschild. Entre objetos escultóricos y serigrafías brillantes, el artista da cuenta de un interés por la representación de lo sagrado, la noche y la arquitectura de las catedrales góticas.
En la sala, las paredes negras simulan una atmósfera nocturna mientras dos esculturas brillan en el piso. Están hechas con vidrio de seguridad y aluminio compuesto. Los vidrios tienen forma de triángulo, símbolo de la Santísima Trinidad cristiana del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Esta idea de divinidad se mezcla con un interés por emular a la arquitectura de las cúpulas góticas. Por momentos pareciera que Rothschild intenta trazar un mapa para llegar a ese mundo celestial e inaccesible: junta los materiales, arma un portal y espera que ese objeto pueda trascender el plano terrenal.
En la muestra la noche aparece como una entidad que guía el viaje hacia lo sagrado. Hay cinco cuadros que buscan ser pedazos de un cielo nocturno, un lugar hacia donde uno debe dirigir la mirada e imaginar diferentes constelaciones. La imaginación podría ser esa conexión entre lo terrenal y lo divino, el puente que crean los artistas para indagar en conceptos que los seducen. El camino de Miguel Rothschild se construye en base a la estética religiosa, la mirada romántica sobre la naturaleza y la insistencia en crear obras donde contemplar sea una experiencia de goce y aprendizaje.
La eternidad de la noche, se puede visitar hasta Marzo, de Martes a Viernes de 14 a 19 h en la galería Ruth Benzacar, Juan Ramirez de Velasco 1287.