Una exposición antológica de Edgardo Giménez que abarca más de sesenta años de su producción artística, con cerca de 80 obras e instalaciones que hacen foco en su filosofía y activismo en pos de una “obra de arte total”.
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Moderno, informado e internacional, no obstante sus obras tienen una clara identidad de “arte argentino”, porque se nutren del folklore urbano, de sus mitos y personajes vernáculos.
El repertorio de Giménez le habla a la imaginación y a la fantasía de todos desde nuestro país, en cuya idiosincrasia la parodia y la ironía ocupan un lugar central.
En la muestra (y en toda su obra), el arte y las industrias culturales conviven armónicos, sin conflicto, en un artista que insiste en que el arte debe producir bienestar, alegría.
La exposición funciona como un film antológico donde cada escena refleja el tema, el estilo y las obsesiones de Giménez. Distintas escenografías de sus películas se reconstruyeron para dar marco a objetos, pinturas, esculturas y arquitectura. Cada espacio está dedicado a un concepto de su repertorio, relatos fantásticos donde Giménez muestra el lado más vital de la experiencia cotidiana.
Curadora: María José Herrera.
Se puede visitar hasta el 13/11/23
Sobre Edgardo Giménez
Santa Fe, 1942. Artista autodidacta, comenzó trabajando en gráfica publicitaria y en 1964 hizo su primera exposición individual. Desarrolló su carrera entre la pintura, la escultura, el diseño (objetos, textil, indumentaria), la escenografía, la instalación, la arquitectura, el interiorismo y la edición de libros de arte.
En Buenos Aires, formó la compañía La Siempreviva junto con Marilú Marini, Dalila Puzzovio, Miguel Ángel Rondano y Carlos Squirru, con quienes organizó Microsucesos, una experiencia que anticipó los happenings. Fue activo participante de las exposiciones del Di Tella y co-creador junto a Jorge Romero Brest de Fuera de Caja. Arte para consumir.
Para el cine realizó la escenografía de las primeras películas pop: Psexoanálisis, 1968, y Los neuróticos, 1971. Fue diseñador de la imagen gráfica del Teatro General San Martín (1980-1982) y del Teatro Colón.
Realizó exposiciones retrospectivas en el MAMBA (1987), en el MNBA (1997) y en el Museo de Arte de Tigre (2018). Desde mediados de los noventa, su obra estuvo presente en todas las exposiciones antológicas sobre los años sesenta en nuestro país y el exterior.
Su libro Romero Brest: el arte como provocación es un testimonio gráfico y crítico de referencia internacional. Poseen su obra colecciones argentinas y del exterior, como el MoMA y el Metropolitan Museum de Nueva York, y el Museo de Artes Decorativas de París, entre otros.