Mueran Humanos es una singularidad. Una banda argentina que se gestó en Europa y lleva ya más de una década entregando canciones oscuras. Y es que el universo propuesto por Carmen Burguess y Tomás Nochteff abarca una amplia gama de temas referentes a las más profundas pasiones que llevamos dentro. Su más reciente álbum, Miseress, fue publicado hace tres años por medio del prestigioso sello londinense ATP (All Tomorrow’s Parties), mismo de artistas como Spiritualized, Loop y Deerhoof. En aquel entonces, ese disco fue seleccionado como uno de los 50 mejores de 2015 por nuestro staff.
Por estos días, la citada dupla está de regreso en su país de origen para brindar un gran recital en Niceto Club el próximo sábado 15 de diciembre junto a la escritora Mariana Enríquez y la agrupación porteña El Último Subsuelo (entradas disponibles por Ticketek). El show está dentro de la promoción de su próxima producción discográfica titulada Hospital Lullabies. Si bien ese álbum arribará en febrero de 2019, la banda anunció que presentarán en vivo sus canciones durante su gira latinoamericana. Antes de su esperado show de este sábado, tuvimos la oportunidad de conversar con Tomás, bajista y vocalista del dúo, acerca de su trayectoria y sus planes futuros.
Vuelven por segunda vez en el año a Buenos Aires, y esta vez con una propuesta de un show multidisciplinario al invitar a la narradora Mariana Enríquez a ser parte de la velada. ¿Cómo surgió esta idea?
Hay una conexión con ella que se produjo cuando Mariana le escribió a Carmen por una serie de collages que Carmen hacía, Seventeen. Eran diecisiete portadas de la revista Seventeen modificadas a pura sangre y gore, la tapa de nuestro primer disco es una imagen sacada de ahí. Mariana le hizo un reportaje acerca de eso y luego le mandó un libro, Los peligros de fumar en la cama. El libro nos voló la cabeza, nos pareció lleno de espíritu, literatura de verdad, nos enamoramos de su escritura. Incluso se lo pasamos a un amigo escritor, Javier Calvo, él también lo amó tanto que intentó conseguirle edición en España. Habló con editores y le dijeron “No, tío, esto no sé cómo venderlo”… Ahora el libro lo edita Anagrama y la tradujeron como a ochenta mil idiomas, esos editores se deben querer matar. Así surgió la idea de invitarla. No es una banda pero la ponemos en esa posición y ella tiene la valentía de aceptar el desafío. Me encanta, es un honor para nosotros.
Aparte de Mariana Enríquez, ¿de qué lecturas se nutren?
Yo estoy vivo y ustedes están muertos, la biografía de Phillip K Dick. Los monederos falsos de André Gidé. Los niños terribles de Jean Cocteau. El árbol de la vida de Israel Regardie. El escarabajo de Manuel Mujica Laiñez. Acid Dreams, una historia del LSD. Art, Sex, Music, de Cosey Fanny Tutti. La vida de las abejas de Maurice Maeterlinck, Realismo capitalista de Mark Fisher. También las obras de Thomas Ligotti, Algernon Blackwood y Arthur Machen.
Buenos Aires, Barcelona y Berlín. ¿Hay otra ciudad en el mundo en la que les gustaría establecerse para incrustarse dentro del circuito cultural?
Si pudiera elegir, me iría a vivir a un lugar alejado en medio de la nada, me encantaría. Los hippies tenían razón, por eso pasaron de moda.
Además de planear recitales en ambos lados del Río de la Plata, cruzaron la cordillera para tocar por primera vez en Santiago de Chile el 7 de diciembre. ¿Cómo estuvo ese show?
Fue genial, los chicos que organizaron tienen una movida de techno en fiestas ilegales y fue la primera vez que integraron una banda en su noche. Pegamos mucha onda con ellos cuatro. Fue como que nos conocíamos de toda la vida, pasamos tres noches increíbles, nos encantó la música que hacen. Súper recomendado: Der Nautilus y Raw C. En la última gira latinoamericana casi vamos a Santiago, lo organizaba una productora “seria” y a último momento nos querían hacer tocar gratis, “por difusión”… La mandamos a la mierda. Al final los caretas no sirven para nada. Cuatro pibes con cerebro lo hacen y mejor.
Perú y Brasil también figuran entre los países que van a visitar este fin de año y a comienzos de 2019. ¿Con qué bandas locales les gustaría compartir esas fechas?
En San Pablo va a ser nuestro debut, lo organizan las chicas de Rakta. Lo que hacen es genial, como ritmos tribales y gritos con ecos y bajos obsesivos, algo circular. Nos gustan los círculos. Ya tocamos juntos en Berlin y salió bien y aparte son encantadoras. En Perú tocamos en un festival de noise que organiza Luis Alvarado de Buh Records, que organizó nuestras tres visitas anteriores, y no conozco a los grupos que tocan pero confío en su criterio. Se puede decir que le tengo fe.
Anunciaron su tercer disco, Hospital Lullabies, cuyo título en inglés hace pensar en que las canciones que lo conformarán serán en este idioma. ¿Qué pueden contarnos acerca de este nuevo trabajo?
El título puede leerse en inglés o en castellano, esa es la idea, en castellano los hospitales se llaman “Hospital Garrahan”, “Hospital Ramos Mejía”, etc. Hospital Lullabies sería el nombre de un hospital imaginario si lo leés en castellano, y si lo leés en inglés es “Canciones de cuna de hospital”. La idea es que tenga los dos sentidos. El disco es en castellano aunque tiene un fragmento en inglés, que es una cita de un poema de Dylan Thomas.
Dentro de lo audiovisual, que también es la línea por la cual experimentan para complementar lo musical, ¿qué novedades están trabajando?
Hace tiempo dejamos de usar visuales y pasamos a usar luz y humo. Tratamos de coincidir con Martín Borini, que lo va a hacer en Buenos Aires. Él sabe aumentar la experiencia, tiene vuelo, está conectado con lo que hacemos. No es un paracaidista… o sí, un paracaidista estaría bueno.
Foto principal: Txema Novelo