Por Candelaria Penido
Por más de que el calendario señala que cada nuevo año comienza en enero, como sociedad hemos acordado que marzo se lleva la etiqueta del mes en que todo vuelve a arrancar.
Para caer en estos nuevos tiempos, como cuando arrancamos una curita, te acercamos 5 propuestas escénicas contundentes.
¿La clave para atravesar las experiencias? Animarse a adentrarse en los conflictos creativos que exponen procesos artísticos o los conflictos que despliegan las miserias humanas en obras que juegan a ser históricas mas presentan cuestionamientos atemporales.
No hay banda en Casa Teatro Estudio
¿Cómo se crea una obra de teatro? ¿Dónde empieza una pieza escénica? ¿Dónde termina? ¿Cuáles son los límites entre la realidad y la ficción? Son algunas de las preguntas que se cuestiona Martín Flores Cárdena en su rol de actor, dramaturgo y director en No hay banda.
La obra es un relato sobre otro relato. Expone el esqueleto de un trabajo previo —frustrado, inacabado, trunco—, que nunca veremos en escena. Lo que sí vemos es el momento íntimo de creación, ese en donde se filtra lo incierto y la experimentación.
Un viaje hacia los procesos mentales intrínsecos en cada concepción artística. Todos los viernes de marzo a las 20:30 h en Casa Teatro Estudio en Guardia Vieja 4257.
The Silencio Manifiesto en El Grito
Vuelve a los escenarios de la sala palermitana el trabajo de Embajada Efímera que se ocupa de posicionar delante de nosotros cuestiones que en la vorágine cotidiana suponemos lejanas, sin embargo, a todos nos interpelan.
The Silencio Manifiesto gira en torno a la soledad. Esa que tenemos dentro, esa que sufrimos al estar en un lugar desconocido y hasta esa que compartimos con otros, por ejemplo al estar sentados en las butacas de un teatro rodeados de extraños.
Esta obra se ocupa de devolverle su importancia al silencio a la vez que invita a cuestionar nuestros límites. ¿Cuáles son esas barreras que nos impone un lugar, una cultura, nosotros mismos?
Este proyecto, creado bajo el ala de un laboratorio para artistas inmigrantes en CABA, expone un proceso creativo en donde la comunicación entra en jaque. Se lo puede ver todos los miércoles de marzo a las 21 h en el teatro El Grito en Costa Rica 5459.
Un instante en El Galpón de Guevara
Una obra de danza contemporánea intensa y profunda, donde el cuerpo es el encargado de transmitir el mensaje. Este gira en torno a experiencias que atraviesan o fueron atravesadas por conflictos armados.
Un instante es el trabajo de la coreógrafa Analía González interpretado por Compañía en movimiento en El Galpón de Guevara. Estrenada en 2017, la pieza sigue siendo de relevancia en la actualidad. En ella se tocan los temas de la guerra y del dolor, conceptos que de tan grandes pueden confundirse por abstractos, aun así los cuerpos bailando con crudeza en escena nos los acercan de una forma en que nos interpela a todos.
Bajo la premisa “Si puedes mirar ve. Si puedes ver repara”, su coreógrafa pretende “abordar y conversar con nuestro propio lenguaje para lograr sanar.”
Desde el sábado 11 de marzo, las funciones serán cada semana a las 21 h en Guevara 326.
El cazador y el buen nazi en El Tinglado Teatro
Remontarse a la historia siempre es un viaje interesante, que moviliza. Es encontrarse frente a otros tiempos, otras circunstancias y otras formas de ser. La propuesta de Mario Diament con su obra es transportarse al mayo de 1975, particularmente al encuentro que sucedió entre el cazador de nazis Simon Wiesenthal y Albert Speer, ministro de armamentos de Adolf Hitler.
El cazador y el buen nazi nos expone a ese encuentro y nos invita a sacar nuestras propias conclusiones.
Esta pieza, dirigida por Daniel Marcove y protagonizada por Jean Pierre Noher y Ernesto Claudio, nos posiciona en una situación límite. Qué se dijeron, cómo se miraron, cómo actuaron, premisas que se representan ante nuestros ojos, en base a un gran trabajo de documentación realizado por su autor.
Un llamado a no olvidar todos los lunes de marzo a las 20:30 h en El Tinglado Teatro en Mario Bravo 948.
Hijos de la muerte en Nün Teatro Bar
Llega la segunda temporada de la obra de Ezequiel Sagasti que con un texto dramático nos lleva a adentrarnos en una gran variedad de historias donde los vínculos son endebles y amenazan constantemente con romperse.
En un pueblo aquejado por la guerra, con guiños a la época franquista, descubrimos la vida de 13 personajes. Esta se ha visto corrompida por la violencia que los rodea, y la que de a poco invade sus formas de relacionarse.
Hijos de la muerte, presenta esas barreras que como sociedad se atraviesan en situaciones de guerra a la vez que evidencia las que, como personas, nos animamos a atravesar. Todo esto colocando a la miseria en el centro de las experiencias.
Las funciones serán los domingos de marzo a las 20:30 h en Nün Teatro Bar en Juan Ramirez de Velasco 419.