¿Qué podría ser tan sofisticado como el cristal de Baccarat? De aristocrático origen y reconocimiento universal, refracta el brillo y hace de la luz color. Queda imaginarse los salones fastuosos en los que las fiestas más exquisitas habrán tenido lugar bajo la inmensa omnipresencia de una araña de cristal de Baccarat.
Aquí, en la Sala Siranush, la araña es quizás la principal cómplice del festejo que celebra los 20 años de la edición del primer disco de Sergio Pángaro & Baccarat. Excusa para alimentar la ilusión, “éramos felices y no nos dábamos cuenta”. Con la delicia que los caracteriza hace más de dos décadas, Sergio & los suyos repasan canciones de toda su discografía, junto al incesante desfile de invitados: desde Vico Berti & sus hijas, hasta Eugenia Brusa y el Electrochongo. Conduce la velada con gracia y estilo, acompañado de dos coristas, como lo hizo siempre, y una banda de conservatorio que más de uno quisiera llevar al Colón. Brillo, risas y desfachatez: la esencia sigue intacta. Ojalá la noche fuera eterna.
“Imágenes oníricas fantásticas”, suelta Sergio como comentario después de la aparición del ballet de Burlesque. “Imágenes oníricas fantásticas”, frase que bien podría resumir la noche, el disco, o todo un estilo en las antípodas del rock que se forjó en los márgenes, ahí bien adentro de sus entrañas.
Crónica: Lupe Gambina
